En abril de 1903, el arquitecto Víctor Beltrí termina el proyecto de construcción de una casa de vecinos de cuatro plantas en el número 1 de la calle Palas de Cartagena, realizado por encargo de Dª Francisca Dorda Bofarull, para la que Beltrí realizaría otras obras, y de la que hablaremos más detenidamente en próximas entradas de este blog.
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Proyecto original de la Casa Dorda Bofarull. Beltrí, como casi siempre,
dibuja planos muy esquemáticos en los proyectos presentados al
Ayuntamiento para su aprobación
(Original Archivo Municipal de Cartagena) |
Para este edificio en esquina, uno de los más personales del arquitecto, Beltrí adoptó también como solución miradores de madera de estilo modernista, tal y cómo haría unos años más tarde en el cercano “Edificio Carmen Lizana”, cuyo diseño original es muy similar al de la "Casa Dorda Bofarull".
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Desaparecida puerta de entrada por la C/ Palas. Una vez más Beltrí muestra que cuidaba hasta el más mínimo detalle de sus obras (Archivo: Pedro Escudero) |
La ordenación de la fachada, que se encuentra enmarcada por alargadas pilastras, se basa en la sugerencia de planos verticales y horizontales compartimentados por bandas, pilares, impostas, columnillas, balcones y frisos.
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Aspecto al poco tiempo de ser restaurada
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Detalles modernistas |
En el centro de la fachada los balcones de los tres primeros pisos son de diseño más sencillo, con dinteles de vigas de hierro vistas. Al predominio decorativo vertical de los extremos, la parte central de la fachada de la calle Palas superpone una agrupación decorativa horizontal en el último piso, cuyos muros están ornamentados con una gran cenefa pintada de rojo y basada en la repetición de un motivo vegetal estilizado y entrelazado de color blanco, con un diseño estrictamente modernista, muy avanzado para su tiempo.
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Cenefa floral de la Casa Dorda Bofarull (1903) Arquitecto: Víctor Beltrí |
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Cenefa floral de la Casa Dolors Calm (1903) Arquitecto: Josep Vilaseca |
Otto Wagner había utilizado motivos vegetales en la fachada de la vienesa “Majolica Haus” en 1898, y su profesor de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, Josep Vilaseca, los está empleando ese mismo año, en la “Casa Dolors Calm” de Barcelona.
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Maravilloso techo con frescos plenamente modernistas,
de autor desconocido, que adornan una de las habitaciones,
en una gran fotografía de José Antonio Rodríguez. |
El bajo de la casa lo ocupaban un almacén y una tienda. La planta de los pisos tenía todas las habitaciones orientadas hacia la calle, excepto la cocina, baño y dormitorios del servicio. En la casa había dos recorridos: uno a través de los pasillos a los cuales se abrían las habitaciones, y un segundo recorrido interno, ya que todas las habitaciones estaban comunicadas entre sí, excepto las tres secundarias.
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Detalle del bajo, diseñado desde un principio para ser dedicado a tienda |
Según la memoria, el edificio estaría decorado en todas sus partes con chapeado de cemento comprimido y columnas y pilastras de hierro en la planta baja, para dar visualidad a la tienda, la cual tendría las cubiertas de vigas de acero.
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Imágenes antiguas de finales de los década de los 40 y principios de los cincuenta, en las que se pueden observar, tanto los miradores originales de madera de Víctor Beltrí (para mi gusto mucho más bonitos que los que hay ahora), y el remate del edificio con el reloj añadido posteriormente de Lorenzo Ros, así como el enorme anuncio de CINZANO, que recorría toda la fachada por su parte superior. |
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de la Casa Tarraga |
El reloj que corona el edificio y las habitaciones superiores, fueron un añadido de Lorenzo Ros en 1948, y cuentan que fue pagado por cuatro representantes de comercio a los que D. Gregorio Fermín Tárraga, propietario de “Casa Tárraga”, el comercio que estaba ubicado en la planta baja, y por cuyo nombre también se conoce en Cartagena a este edificio, estaba por ello obligado a comprarles género para su tienda. Así mismo, en esa reforma se modificaron las habitaciones inferiores.
En 1956 el arquitecto Diego Ros de Oliver, hijo de Lorenzo Ros, reemplazó los miradores de madera por otros de fábrica que hicieron que el edificio pareciera mas pesado y rotundo.
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Aspecto del edificio antes de ser restaurado. Se pueden observar la pesadez de los miradores actuales, muy alejados de la esbeltez y belleza modernista de los originales de Beltrí |
La "Casa Dorda Bofarull" fue restaurada hace pocos años con bastante acierto, aunque en algunas partes, se invirtieron los colores originales.
Quiero agradecer, una vez más, a José Antonio Rodríguez (jarm) por prestarme algunas de sus magníficas fotografías para poder ilustrar los detalles de este edificio