No todos los días tiene uno la
oportunidad de poder observar con sus ojos la propia vivienda de un arquitecto
modernista, en la que el artista podía expresar, sin las cortapisas de los
propietarios, sus gustos propios, y los de su familia.
Si en la entrada anterior sacábamos a la luz la casa de veraneo del arquitecto pachequero Pedro Cerdán, esta
semana hablaremos de la que fue la vivienda cartagenera de Víctor Beltrí, el
más importante arquitecto modernista que ha trabajado en la Región de Murcia.
Según parece, cuando llegaron a Cartagena familia Beltrí se instaló en una casa de la Plaza del Rey, situada
frente al antiguo Teatro Principal.
Sabemos que en 1898 vivían en las
afueras de la ciudad, en el paraje de "Los Javatos" (nombre que con
posterioridad fue cambiado a "Los Gabatos"). Así se desprende de un curioso escrito en el que cinco vecinos de
este paraje, entre los que figuraba Víctor Beltrí, solicitaban su cambio de
denominación por el de "Vista Alegre", al considerar el nombre de "Javatos" muy peyorativo para ellos, ya que este lugar era llamado así porque los que lo habitaban vivían desperdigados por el campo, “como las crías de jabalí”.
Alrededor de 1901, ya se había
trasladado a vivir al centro, concretamente al antiguo nº 14 de la
calle Santa Florentina, donde el despacho del arquitecto ocupaba la planta
primera, la familia hacía su vida en la segunda, y el ama de su hijo Guillermo (mi
abuelo) ocupaba la tercera.
En 1904, al parecer tras tocarle
la lotería, comienza la construcción de un hotelito, hoy derribado, en el nº 10
del Paseo de Alfonso XIII (por aquel entonces calle 1), en la Manzana B 89, situada entre las calles 15 y 16, siendo una de las primeras
familias que se estableció en el Ensanche.
Las obras se prolongaron dos años, trasladándose a vivir allí a su finalización. Esta decisión de instalarse fuera del recinto da la impresión de que era una señal para la clase burguesa que les indicaba que si realmente querían construirse bellas y modernas mansiones, como la que él se ha construido, había que salir de la vieja Cartagena. Su gesto tuvo muy poco éxito, y durante muchos años nadie decidió irse a vivir tan lejos del centro, quedando la familia Beltrí aislada y alejada de cualquier actividad social de la ciudad.
Las obras se prolongaron dos años, trasladándose a vivir allí a su finalización. Esta decisión de instalarse fuera del recinto da la impresión de que era una señal para la clase burguesa que les indicaba que si realmente querían construirse bellas y modernas mansiones, como la que él se ha construido, había que salir de la vieja Cartagena. Su gesto tuvo muy poco éxito, y durante muchos años nadie decidió irse a vivir tan lejos del centro, quedando la familia Beltrí aislada y alejada de cualquier actividad social de la ciudad.
El edificio se construyó en dos
fases. En la primera se construyó la planta baja. En la segunda, en base a un proyecto
presentado unos meses más tarde, se levantó el piso primero, así como un cuerpo
anexo dedicado a despacho. Entre ellos había una galería a la que se abrían el
comedor y la sala de labores. Los despachos y salones estaban orientados al
exterior. La casa tenía el jardín en la parte posterior.
Su estilo estaba en la línea
desarrollada esos años en otras obras suyas, cercana al modernismo francés, y
que seguro reflejaba su gusto personal…¿o tal vez era el gusto de su esposa
Teresa?.
El edificio tenía sus vanos
adornados con decoración floral, que se podría clasificar de neorococó. En la
planta baja, los dos ventanales centrales tenían columnas de fundición
articuladas con las zapatas de los balcones curvos de la planta superior, de
manera estructural y decorativa. En los extremos del piso superior tenía dos
miradores de madera.
En este casa vivió la familia hasta 1919, aunque en Mayo de 1911, apareció en la prensa local la noticia de un incendio en la calle Arco de la Caridad en el “piso principal de la casa en donde habita el arquitecto don Víctor Beltri, lugar en donde se había iniciado el fuego. Este fué de escasa importancia pues las llamas solo convirtieron en cenizas unos cuantos papeles y varios libros del despacho del indicado Sr. Beltri". Al margen del desgraciado hecho en sí, llama la atención el que por aquel entonces el arquitecto hubiese abandonado su casa del Paseo de Alfonso XIII para trasladarse a vivir al Arco de la Caridad, ignorándose la fecha y el motivo de esta decisión (tal vez por la lejanía y soledad del Ensanche), así como cuando y porqué decidió volver a vivir otra vez allí.
En este casa vivió la familia hasta 1919, aunque en Mayo de 1911, apareció en la prensa local la noticia de un incendio en la calle Arco de la Caridad en el “piso principal de la casa en donde habita el arquitecto don Víctor Beltri, lugar en donde se había iniciado el fuego. Este fué de escasa importancia pues las llamas solo convirtieron en cenizas unos cuantos papeles y varios libros del despacho del indicado Sr. Beltri". Al margen del desgraciado hecho en sí, llama la atención el que por aquel entonces el arquitecto hubiese abandonado su casa del Paseo de Alfonso XIII para trasladarse a vivir al Arco de la Caridad, ignorándose la fecha y el motivo de esta decisión (tal vez por la lejanía y soledad del Ensanche), así como cuando y porqué decidió volver a vivir otra vez allí.
En Septiembre de 1919 se
produjeron unas importantísimas inundaciones en el Campo de Cartagena que
afectaron de forma particular a la zona de la antigua laguna del Armarjal,
lugar donde se estaba levantando el Ensanche. Como consecuencia, la casa del
arquitecto sufrió daños importantes, incluyendo la destrucción de su estudio. El
temor a sufrir nuevas inundaciones, unido a los daños en su vivienda y las
molestias que le producía un vecino almacén de hierros, le decidieron a
abandonar definitivamente esta vivienda, trasladándose a vivir de nuevo
al recinto.
En los años setenta se grabó una breve toma de Cartagena desde el Ensanche en la que se puede apreciar fugazmente la vivienda del arquitecto.
La Casa Beltrí fue derribada a principios de la década de los ochenta, pese a la oposición de los vecinos, la familia del arquitecto, y las asociaciones de defensa del patrimonio. Una gran ocasión perdida para haber instalado allí el Museo del Modernismo de Cartagena, asignatura pendiente de la ciudad para completar su oferta turística.
La nueva residencia del arquitecto
no podía ser ahora más céntrica. Daba a dos calles, por la parte delantera a Mayor
27, justo al lado del Casino, y por detrás, que era por donde se entraba al
edificio, a Bodegones 10, y estaba situada junto a su estudio de la calle Comedías,
esquina a la Plaza del Rey. En esta vivienda residió la familia Beltrí hasta el
fallecimiento del arquitecto.
Lamentablemente el edificio
original ya no existe, pero gracias a la recreación realizada por nuestro amigo
José Antonio Rodríguez, podemos conocer su ubicación exacta.
Creemos que es una buena ocasión
para que desde aquí pidamos al Ayuntamiento de Cartagena que coloque una placa
conmemorativa en el lugar en donde estuvo la última vivienda y el estudio de
Víctor Beltrí.