La obra modernista más destacada de la comarca del altiplano es, sin duda alguna, esta señorial vivienda de estilo modernista neogótico localizada en Jumilla, concretamente en la confluencia de la calles Cánovas del Castillo y del Cura Navarro, estando la entrada principal por la primera de ellas.
El edificio consta de dos plantas principales, más ático bajo un pronunciado alero, en el que destacan unos bellos azulejos con diseños modernistas en color azul sobre fondo crema
Lo que más llama la atención de este edificio singular es el extraordinario mirador de esquina, obra del forjador local Avelino Gómez. Así mismo es destacable el trabajo de la rejería de las ventanas de la planta baja y de los balcones.
En el interior se conservan los suelos originales de mosaicos hidráulicos, algunas vidrieras, la escalera de forja, un fresco en uno de los techos que representa un cielo surcado por golondrinas, y adornos modernistas en paredes y techos que repiten el motivo de los azulejos del exterior.
Durante muchos años se especuló sobre su autoría, pues llamaba la atención que existiera en Jumilla una obra de estilo tan cercano al empleado en numerosos edificios de Cataluña, por lo que fue atribuida al arquitecto catalán ubicado desde hacía años en Cartagena, Víctor Beltrí. Todo cambió cuando se localizaron los planos originales fechados en 1911, sorprendentemente firmados por el arquitecto Joan Alsina y Arús [Barcelona, 1872 – Castellterçol (Barcelona), 1911], y del que no se conoce ninguna otra obra fuera de la provincia de Barcelona.
No está claro el motivo por el cual el propietario, D. José María Guardiola Porras [Jumilla, ? - Barcelona, 1935], realizó este encargo a Alsina. Tal vez fuera por una relación de amistad de la época en que Guardiola residía en Barcelona, en donde trabajó como Secretario de Juzgado hasta su fallecimiento.
No está claro el motivo por el cual el propietario, D. José María Guardiola Porras [Jumilla, ? - Barcelona, 1935], realizó este encargo a Alsina. Tal vez fuera por una relación de amistad de la época en que Guardiola residía en Barcelona, en donde trabajó como Secretario de Juzgado hasta su fallecimiento.
De cualquier forma, Alsina no pudo dirigir las obras de la vivienda ya que falleció el mismo año de en que proyectó esta vivienda.
La prestigiosa académica Raquel Lacuesta en su conferencia de inauguración del Congreso del Modernismo en el Arco Mediterráneo, CIMAM 2016, defendió la tesis de la dirección de obras por parte de Víctor Beltrí, cosa que no sería de extrañar, y que justificaría la intervención de este arquitecto en otras localidades del interior de la provincia.
Mirador de forja de la esquina. Obra maestra del forjador jumillano Avelino Gómez |
Detalle de la rejería de las ventanas |
Alero con bellos azulejos de diseño modernista |
Detalle de la fachada que da a la c/ del Cura Navarro |
Precioso llamador modernista de la puerta de acceso |
Alsina cursó estudios de Arquitectura en la Escuela de Barcelona, obteniendo la titulación en 1895. Fue el Jefe de la Sección Municipal de Parques y Jardines del Ayuntamiento de Barcelona y profesor de geometría descriptiva y de composición en la mencionada Escuela.
Junto con los arquitectos Roc Cot i Cot y Salvador Pedrol i Oller tuvo un despacho profesional durante diez años, hasta la muerte de Cot.
Presentó proyectos de edificios de acuarios en la Exposición de Bellas Artes de Barcelona de 1896. Fue colaborador de Lluís Domènech i Montaner en la dirección del “Gran Hotel” de Palma de Mallorca. Así mismo realizó los planos del “Palau Güell”, para la exposición que se celebró en 1910 en el Grand-Palais de París, sobre la obra del arquitecto Antonio Gaudí.
Entre sus obras destacan en Barcelona la “Casa Oller”(1901), y el desaparecido restaurante “Casa Pince” (1905), que fue premiado por el Ayuntamiento de Barcelona; en l’Hospitalet de Llobregat, la “Fábrica Can Trinxet” (1905) y en Igualada, la “Casa Francesc Valls Brufau” (1900) y la “Casa Josep Sabater” (1903).
El propietario, José Guardiola era abogado y un acaudalado propietario que poseía diversas fincas en el término de Jumilla, así como una bodega y una almazara.
Casado con Salvadora Guillén Molina, hacia 1895 fue destinado a Barcelona para ocupar plaza de Secretario de Juzgado de Primera Instancia, residiendo en esta localidad hasta su fallecimiento.
Durante la Guerra Civil la vivienda familiar fue asaltada y saqueada. También se les incautaron diversas fincas y la bodega.
Una de sus hijas, Dª Josefa Guardiola Guillén [Barcelona?, 1913 – Jumilla?, ?], más conocida como “Doña Pepita”, se casó con un joven barcelonés que al parecer trabajaba en la aduana de esta ciudad, y que durante la contienda civil fue encarcelado en el castillo de Montjuic, lugar en donde falleció.
Pepita quedó viuda con apenas veinticinco años, y al finalizar la Guerra regresó a Jumilla, instalándose en la antigua vivienda de sus padres para hacerse cargo del patrimonio familiar. Es por ese motivo por lo que desde entonces se la conoce como la “Casa de Dª Pepita”.
La "Casa de Dª Pepita" tiene Grado de protección 2 (Estructural).
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