Fotografía original de Trayo extraída de la web (https://es.wikipedia.org/) |
Entre las muchas curiosidades casi desconocidas existentes en la provincia de Murcia, ocupan lugar destacado las baterías de costa que se construyeron para defender Cartagena dentro del "Plan de Fortificación de las Bases navales de El Ferrol, Mahón y Cartagena", concebido en 1926 por el Gobierno del General Primo de Rivera.
Su autor, el Capitán de Ingenieros Ángel Ruiz Atienza, utilizó en cada una de ellas estilos historicistas tan disparatados como: el modernista en la Batería de Roldán; el neoclásico en la Batería de El Atalayón; el neoegipcio en la Batería de Cenizas; el neoprehispánico-neomaya en la Batería de la Parajola; o el neomedieval en la Batería de Castillitos, ignorándose los motivos que llevaron al autor a optar por estos diseños tan dispares y sorprendentes para instalaciones militares.
Fotografía original de Pablo Schnell Quiertant, extraída de la web https://www.xn--castillosdeespaa-lub.es/ |
Castillitos fue proyectada en 1926, y su construcción no finalizó hasta 1936, año en que se terminó de artillar con dos cañones de costa Vickers-Armstrongs de quince pulgadas, siendo su función la de proteger la entrada a la bahía de Cartagena junto a su gemela, la Batería de Cenizas sita en el cabo Negrete, en un fuego cruzado que impidiese la entrada de barcos enemigos.
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Está situada a una cota de 250 metros de altura, y su sorprendente fachada imita un castillo medieval. Sin embargo lo más interesante se encuentra una vez se traspasan las murallas del "castillo". Aquí la arquitectura de la batería tiende a ocultarse en la montaña imitando la textura de la roca, dando la imagen de una montaña desgastada con sinuosas curvas, para así impedir su visión desde la lejanía. Está integración en la naturaleza es un concepto plenamente modernista típico del estilo gaudinista, y su autor debió de inspirarse en las construcciones de Gaudí del Parque Güell. Es incluso posible que Ruíz Atienza optara por este diseño como homenaje al gran maestro que falleció justo ese mismo año de 1926.
Permaneció en servicio hasta 1994, cuando se procedió a la aplicación del Plan NORTE, que buscaba un mayor aprovechamiento de los recursos de las Fuerzas Armadas. Desde entonces la batería se vio abandonada y víctima de un progresivo deterioro, con sus cañones inutilizados, hasta que en 2009 el Ministerio de Medio Ambiente decidió hacer una inversión con la que se restauró la fortificación y se hizo visitable. Está declarada BIC desde 1985.
Ángel Ruiz Atienza [Benejuzar (Alicante), 1892 – Benejuzar (Alicante) 1979], ingresó en 1910 la academia de Ingenieros militares de Guadalajara siendo promovido a segundo teniente en 1913. En 1918 estuvo destinado en Ceuta, ya como Capitán de Ingenieros. En 1927 fue destinado a la Comandancia de Obras de Cartagena, época en la dirige la construcción de las baterías de costa anteriormente mencionadas.
Durante la guerra civil ocupó el cargo de Inspector General de Bases Navales del Estado Mayor Central de Valencia. En 1939, ya como Comandante, pasó a la situación de disponible forzoso. En 1940, siendo ya Teniente Coronel, proyecta el campamento militar de Bétera en un estilo racionalista, con algún detalle art-déco.
El que quiera profundizar más en los aspectos de su construcción le recomiendo este magnífico reportaje publicado en la web Cartagena Antigua, ( https://cartagenaantigua.wordpress.com/tag/castillitos/)