sábado, 2 de diciembre de 2023

160.- CASA MATÍAS MARTÍNEZ-LOZANO - Plaza de la Libertad, 1 (antiguo 6). Lorquí

Hace poco tiempo recibimos la excelente noticia de la adquisición por parte del Excmo. Ayuntamiento de Lorquí, de la que fuese vivienda de la familia del industrial conservero y alcalde de la ciudad, D. Matías Martínez-Lozano Carbonell (1880-1974) y su esposa Dª Paula Martínez, sin lugar a duda el edificio civil más importante e interesante del casco urbano histórico de esta localidad de la Vega Media del Segura. 

Gracias a esta iniciativa queda garantizada la supervivencia del inmueble, tras la imprescindible remodelación y restauración a la que debe someterse, y al que con toda probabilidad el municipio dará un uso cultural.

El edificio se encuentra ubicado en el sitio más céntrico de la ciudad, junto a la Iglesia de Santiago Apóstol, y aunque exteriormente es de un diseño bastante sencillo, en su interior existe un extraordinario despliegue de azulejos, tanto enteros, como en forma de trencadís que, junto con los suelos hidráulicos, el vestíbulo, la escalera, y una interesante decoración interior art déco, hacen de él una pieza única en la Región de Murcia.


Estas son las dos únicas imágenes antiguas que se conocen en las que puede observarse la Casa de Matías Martínez-Lozano con su aspecto original tras su reforma
Por su estilo y las investigaciones realizadas, al parecer se trata de un edificio de finales del siglo XIX que fue restaurado y modernizado hacia 1929 por el matrimonio Martínez-Lozano Martínez, como regalo para dos de sus hijos varones. Se sabe que pocos años más tarde estos hijos se mudaron a la calle Alfaro de Murcia, y es entonces cuando el matrimonio se traslada a esta vivienda, residiendo en ella hasta su muerte en 1974, momento en que la casa se cierra y desde entonces ha permanecido deshabitada hasta nuestros días. El tiempo y las humedades, aparte de alguna visita de personas amantes de lo ajeno, han hecho mella en el edificio, de forma que, por ejemplo, ya no quede nada de valor material en el interior del edificio, y que las dos escaleras de acceso al piso superior estén prácticamente inutilizadas.

A finales de la década de los veinte los estilos arquitectónicos estaban redefiniéndose, y esta reforma es una buena muestra de ello. Cuando se hizo la reforma el modernismo había pasado de moda, y empezaba a introducirse tímidamente el art déco, el novecentismo y el regionalismo en los hogares burgueses. Así en esta casa podemos encontrar: una fachada que podríamos calificar de novecentista; un vestíbulo y un despacho con los arrimaderos de azulejos sevillanos de brillos cobrizos y dorados, que podríamos adscribir al regionalismo; un patio trasero y una escalera que podríamos clasificar como modernistas; y unos dormitorios decorados en el moderno estilo art déco.  

Ménsula con forma masculina (Casa Matías Martínez-Lozano)
Obsérvese la similitud con una de las ménsulas de la Casa de las Contribuciones de Totana, obra atribuida por nosotros también a Víctor y Guillermo Beltrí

Curioso arranque de madera tallada de la escalera con forma de cabeza animal que nos recuerda a un lobo

Barandilla de la escalera, con un diseño geométrico que nos recuerda el modernismo sezession
En cuanto a la autoría de semejante despliegue cerámico, con muchas de sus piezas procedentes de las más destacadas fábricas de azulejos de Onda, Triana, y también de Cartagena, nos hace pensar que pudo ser obra del arquitecto Víctor Beltrí Roqueta, con la colaboración de su hijo, el aparejador Guillermo Beltrí Villaseca (mi abuelo). Este último, recién terminados sus estudios, había estado trabajando con su padre en diversas obras importantes en Cartagena, como el Asilo de Ancianos o la Casa de Misericordia, y había abandonado esta ciudad para, tras una estancia de un par de años en Totana, ser nombrado aparejador municipal de la ciudad de Murcia en 1929.




Azulejos de la Casa de Matías Martínez Lozano (Lorquí)

Azulejos del zaguán de la Casa Zapata (Cartagena)
Es más que probable que Matías Martínez-Lozano le encargara la reforma y modernización de la vivienda que había adquirido, y que este contara para ello con su padre, pues hay ciertos detalles constructivos en la casa característicos de Víctor Beltrí. Además hemos encontramos diversas coincidencias con otras obras del arquitecto, entre las que podemos mencionar la Casa Zapata (Cartagena); las escuelas de la Casa de Misericordia (Cartagena); la Casa Melgares (Bullas) o la Casa de las Contribuciones (Totana), que no hacen sino confirmar nuestra hipótesis. 

Por último no puedo dejar de mencionar, sin cierta nostalgia y emoción, que en el patio trasero de esta casa descubrí trozos de azulejos idénticos a los que había en el pozo recubierto de trencadís del Hotelito Azul de Los Urrutias, la casa de mi abuelo Guillermo, proyectada por su padre Víctor en la que pasé los inolvidables veranos de mi infancia, azulejos que ya entonces me fascinaban. 

Despliegue de trencadís en el patio trasero de la vivienda



El modelo central es idéntico a uno que había en el pozo del Hotelito Azul, residencia veraniega de Guillermo Beltrí Villaseca (Los Urrutias-Cartagena)
Muy interesantes también son la decoración interior original en estilo art déco que puede observarse en las paredes y techos, incluyendo molduras y pinturas que todavía se conservan, así como los suelos.



Originalísima cenefa pintada de uno de los dormitorios en estilo art déco

Algunos de los suelos hidráulicos con motivos geométricos

La familia Martínez hizo una gran fortuna con los negocios de la fabricación y venta de pimentón y conservas vegetales. El fundador de la saga fue Francisco Martínez Lozano, oriundo de Molina de Segura, que estaba casado con Pascuala Carbonell Núñez. Ambos se trasladaron a Lorquí en 1877, y en esta localidad empieza a realizar a la molienda del pimiento seco para pimentón, construyendo un molino, y creando sus propias marcas comerciales "Titán" y "La Carreta".

En 1925 se introdujo en el mercado de Estado Unidos de la mano de uno de sus hijos, Evaristo Martínez Carbonell, que no dudó en trasladarse a este país en donde tuvo un gran éxito de ventas. Al parecer este se debió, más que a otra cosa, a la excelente presentación de sus productos, envasados en vez de en sacos, en artísticos envases de latón cuyas litografías atrajeron poderosamente la atención del público americano. 

Francisco Martínez Lozano falleció en 1927 dejando a tres de sus hijos: Matías (que fue al único al que el padre permitió unir los apellidos Martínez y Lozano en uno sólo), Francisco y Evaristo, la producción y venta de la marca de pimentón y conservas vegetales "Titán", mientras que la marca "La Carreta" pasó a ser propiedad de su otro hijo Eduardo.

Evaristo volvió a viajar en barco a Estados Unidos en agosto de 1928, y allí debió de ver el primer cortometraje protagonizado por Mickey Mouse, "Steamboat Willie", estrenado en  noviembre de ese mismo año, lo que les dio una excelente idea comercial a los hermanos Martínez.

Así, en 1933 la Oficina de la Propiedad Industrial de Berna (Suiza) le concedió a Matías Martínez Carbonell, el registro de la marca "Mickey" así como de una figura de un ratón antropomorfo de grandes orejas, obviamente inspirado en el de Disney, de forma que cuando esta compañía solicitó en 1935 el registro de "un dibujo industrial para caricaturas grotescas de un ratón", se encontró con que no podía hacerlo en la categoría de especias, ni en la de conservas vegetales, o de frutas, porque los industriales de Lorquí se le habían adelantado, de forma que Disney se tuvo que aguantar y los Martínez siguieron vendiendo latas de pimentón y de melocotón "Mickey", además del resto de sus marcas.

Quisiera dar las gracias al Excmo. Ayuntamiento de Lorquí por las facilidades dadas para la visita a este edificio, así como a Emilio Marco y José Antonio Rodríguez por sus aportaciones y fotografías, sin las que esta publicación no hubiese sido posible.

FUENTES

viernes, 10 de noviembre de 2023

159.- CASA DE LA MARINA - La Fuente del Hilo. Sierra Espuña-Alhama de Murcia

 

Aspecto original del edificio el año de su inauguración
(Fuente: Archivo General de la Región de Murcia
https://archivogeneral.carm.es/archivoGeneral/arg.detalle_documento?idDetalle=4460860#)

El que fuera albergue de la Marina fue proyectado inicialmente como centro vacacional para fomentar el turismo en Sierra Espuña bajo la denominación "Hotel Albergue Espuña".

El edificio fue construido según el proyecto y bajo la dirección del Ingeniero de Montes Ramón Melgares Góngora, discípulo de Ricardo Codorníu, y por entonces, Ingeniero Jefe de la División Hidrológico-Forestal del Segura. 

Las obras comenzaron en 1921, finalizando tres años más tarde, aunque no fue hasta 1929 cuando fue inaugurado, ya que nadie se había querido encargar de su explotación debido a las exigentes condiciones que el Estado había impuesto a los posibles adjudicatarios. 

Finalmente, y para quedarse con la concesión de su explotación, la "Sociedad Cultural de Turismo Peña Espuña”, constituida al efecto, hizo una fuerte apuesta por mejorar el edificio y sus alrededores, así como por dotarlo de todos los modernos sistemas de confort del momento.

Su estilo está fuertemente influenciado por la sezession vienesa, con algún detalle floral en la puerta de acceso. Una discreta franja cerámica se extiende por la fachada del edifico dándole un sutil toque de color azul. En el interior destacan la escalera, las vidrieras y la cerámica de la entrada y la escalera.

Así se describía el edificio en el folleto promocional de 1929, editado por la mencionada sociedad:

“El Hotel-Albergue tiene dos pisos y está orientado a mediodía, con una ventilación perfecta a cuatro fachadas. Posee bonito ‘hall’ de alto zócalo de azulejos sevillanos de donde arranca la escalera de mármol con ventanas de artísticas vidrieras emplomadas. Tiene amplio comedor con servicios independientes, mesitas individuales, y magníficas vistas sobre la sierra y el valle”.

Tras algunos años de explotación, y tras el paso de la Guerra Civil, el albergue pasó a manos del Estado, siendo gestionado por la Marina Española como lugar de descanso y veraneo de ofíciales en época estival, bajo el nombre de "Casa de la Marina". Se cuenta que entre sus huéspedes habituales se encontraba el almirante Carrero Blanco.

Aspecto actual del edificio

Aspecto actual de la escalera
(Fotografía: Miguel Ángel Guilén)

Puerta de acceso principal, con adornos vegetales combinados con puntas de diamantes
Tras perder este uso, el edificio pasó un largo periodo cerrado, hasta que fue entregado a la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. Inicialmente se barajó la idea de su restauración para la construcción de un hotel, pero aún sigue en estado de abandono y ruina.

En el año 2008 se aprobó un proyecto de reforma y rehabilitación como "Centro de Dinamización Económica y Alojamiento Temporal del Parque Regional de Sierra Espuña", que se puede consultar en la web del estudio de arquitectos encargado de la obra, y que pone los pelos de punta, pues desvirtúa completamente el edificio original. Juzguen ustedes el aspecto que tendría después de la mencionada reforma.


Fuente: https://www.moad.es/espa%C3%B1ol/obras-y-proyectos/4009/

Fuentes

  • Águila Guillén, Manuel. "El Hotel-Albergue de Espuña" Patrimonio Cultural. Capítulo 4. 
https://drive.google.com/file/d/11btJcQXZAMik7ugSCvu9e4iHMSqSt1de/view
  • Amigos del Sanatorio Sierra Espuña.
https://amigossanatorioespuna.wordpress.com/2021/12/10/casa-de-la-marina/
  • Archivo General de la Región de Murcia.
https://archivogeneral.carm.es/archivoGeneral/arg.detalle_documento?idDetalle=4460860#
  • Facebook. Cope Espuña
  • moa+d arquitectura y diseño.
https://www.moad.es/espa%C3%B1ol/obras-y-proyectos/4009/

jueves, 18 de mayo de 2023

158.- CASA DEL TÍO LOBO - Plaza Zapata, c/ Caridad, c/ Martín Alonso y c/ García Alix, Portmán - La Unión


El 30 de septiembre de 2021, "Hispania Nostra", asociación declarada de utilidad pública que trabaja desde el año 1976 en la defensa del patrimonio cultural y natural español, informaba de la inclusión de la "Casa del Tío Lobo" ubicada en la pedanía de Portmán, perteneciente a la localidad de La Unión, en la Lista Roja del Patrimonio que recoge más de mil monumentos españoles que se encuentran sometidos a riesgo de desaparición, destrucción, o alteración esencial de sus valores.

A pesar de que con fecha 11 de marzo de 1991 se había incoado expediente para la declaración de la “Casa del Tío Lobo” y su jardín, Bien de Interés Cultural (B.I.C.), ampliándose el área de protección a las calles adyacentes, con el fin de mantener un entorno homogéneo, hecho que se consiguió el 4 de julio de 2002 en que fue declarada B.I.C., con categoría de monumento, su estado de conservación es tan lamentable, que ha motivado la inclusión del inmueble en la mencionada Lista Roja. 

Esta es la historia que hay detrás de este emblemático edificio.

El rico y controvertido propietario minero, Miguel Zapata Sáez "El Tío Lobo", encargó en 1913 a Víctor Beltrí la reconstrucción de su mansión ubicada en la localidad costera de Portmán, pedanía de La Unión. Dicha construcción es denominada popularmente como la “Casa del Tío Lobo”, sobrenombre con que se conocía a su propietario, aunque también tuvo otras denominaciones tales como: la "Casa Grande", “La Sociedad” o “La Casa Social”. 

En la gran mansión, además de su esposa e hijos, vivió José Maestre Pérez que estuvo casado, primero con su hija Visita, y después con su otra hija Obdulia. Posteriormente fue utilizada por los hijos de Maestre como residencia veraniega.

El arquitecto realizó un proyecto de estilo ecléctico, con detalles modernistas, para añadirle el segundo piso, manteniendo en la planta baja las oficinas y en la superior la vivienda. El edificio consta de una planta baja y un primer piso muy amplio, con un jardín en el frente principal pleno de árboles que ayudan a dar armonía al conjunto. 


Esta casa pertenece a la tradición local de las construcciones de La Unión: cubiertas de terrado plano, formas cúbicas y ladrillo visto. Las fachadas laterales y traseras son de ladrillo con dinteles de hierro, siendo los trabajos de carpintería de estilo ligeramente modernista. 

La decoración de los balcones y las dimensiones del edificio le confieren la prestancia de una mansión burguesa. Pero sin duda la mayor nota de exotismo del edificio es el templete en la esquina del edificio, rematado por una cúpula de cinc con forma de bulbo. Ayuda a darle un cierto aire colonial los guardapolvos de los balcones con decoración a base de cariátides, “orejas de cerdo” y veneras. 
Una de las grandes novedades que presentaba esta vivienda eran sus modernos saneamientos que incluían un baño completo (3 piezas) en su piso principal, y dos aseos con inodoro en cada una de las plantas. 

Aspecto del templete de la esquina hacia 1986

Como afirmaba el que fuera archivero de la La Unión, Paco Ródenas, tristemente fallecido hace pocos años:

“Esta vivienda se nos ofrece como un espacio cuya distribución interna transita hacia una concepción casi contemporánea que conjuga dedicación al trabajo y bienestar en el descanso. No podía ser de otro modo en el caso de la residencia del “Tío Lobo”, situada como atalaya en el corazón de sus dominios. Desde “su sala de labor” (no despacho) así nombrada sobre el plano, emplazada en el mirador-templete de la casa, con Portmán a sus pies –no en vano la Plaza Zapata, a la que mira, fue propiedad personal y no vía pública- la casa es el refugio a la medida del hombre satisfecho de sí mismo, trabajador y amo poderoso”. 

A finales de los años ochenta el edificio se había reorganizado para albergar diversas viviendas. El amplio patio posterior del edificio, donde antiguamente se encontraban ubicados los fogones, se encontraba ya muy modificado. 

También Beltrí realizó la reforma y ampliación de los puestos comerciales (1911) de la mencionada Plaza Zapata, así como la construcción y el cercado de sus jardines (1913). 

En 2018 el conocido periodista Juan Ramón Lucas, publicó su primer libro llamado "La maldición de la Casa Grande" cuya trama de desarrolla alrededor de este edificio, y en el que se cuenta su historia y la de la familia de Miguel Zapata, cuya vida que estuvo plagada de desgracias.

Aunque el interior está muy reformado, aún se mantienen los suelos hidráulicos originales, los arrimaderos de la bonita escalera, muy similares a los que Beltrí empleó en otras obras suyas como el "Edificio Antonio Paredes" de Cartagena, así como parte de la chimenea modernista del salón con sus arrimaderos de madera, que recuerda a la de la "Casa París" de Gandía. Parte de estos interiores pueden observarse en este video en el que el propio Juan Ramón Lucas visita el edificio

A pesar de su grado de protección, el mencionado inmueble, actualmente propiedad de la empresa Portman Golf S.L., se encuentra en un estado de conservación lamentable. Así el templete de la esquina está sin ventanas, los guardapolvos de los balcones se están cayendo a pedazos, hay ventanas tapiadas, paredes agrietadas y cubiertas semihundidas. A su vez el jardín se encuentra sumido en el más completo abandono desde hace muchos años, habiendo cedido los muros que han sido reconstruidos con hormigón. Si no se actúa de forma urgente pronto pasará a engrosar la larga lista de edificios singulares desaparecidos en la Región de Murcia. 

En este gran video de Juanma Hernav, se puede observar el estado de deterioro de la que fue la sede del imperio de los Zapata.


Miguel Zapata Sáez [El Mirador-San Javier (Murcia), 1841 – San Javier (Murcia), 1918], fue mas conocido por su apodo del “Tío Lobo”. 

Procedía de una humilde familia de agricultores y ganaderos, y desde niño trabajó en el campo, hasta que decidió abrir un ventorrillo en la localidad del Llano del Beal. Lo ubicó en un paso obligado de carreteros y recuas de mulas que desde San Ginés efectuaban un continuo trasiego de mercancías y minerales a Portmán. El establecimiento le permitió tomar contacto y conocer a fondo los entresijos de la minería local y pronto comenzó su negocio de compra de minerales a bocamina. 

Sus primeras ganancias las invierte en sociedades con otros mineros, y en la compra de terrenos, acémilas, casas y en general, todo aquello con lo que tenía posibilidades de obtener algún beneficio, hasta que construyó un pequeño imperio.

Siempre estuvo al día buscando cualquier adelanto técnico que pudiera reportarle beneficios. Así mejoró y unificó las instalaciones de sus fundiciones para crear “La Orcelitana”, construyó un cable de acero hasta sus embarcaderos para poder transportar los minerales de hierro de sus minas del "Sancti Espíritu", fundo la famosa “Fundición La Maquinista de Levante” en La Unión, y adquirió una pequeña flota de navíos para el transporte marítimo de sus minerales. 

Foto de la época de "La Maquinista de La Unión"
Fue uno de los pocos que supo aguantar en el negocio minero, cuando la profunda crisis de éste llevo al cierre de la mayoría de minas y fundiciones.

Intervino de forma decisiva en todos los asuntos de cierta trascendencia de La Unión y Portmán, ostentando la presidencia honoraria de cuantas asociaciones benéficas o culturales se creaban en la zona.

Estuvo casado con Dª Juana Hernández Aguirre con la que tuvo cinco hijos, de los que sólo le sobrevivió su hija Obdulia, que a su vez estaba casada con el político y propietario minero D. José Maestre Pérez.

Fue un hombre poderoso y tiránico, que igual era capaz de sortear una casa al año entre sus empleados, que pagarles con vales que sólo se podían canjear en sus tiendas.

Su figura fue muy controvertida, contando históricamente con casi tantos partidarios como detractores.

Una vez más quiero dar las gracias a José Antonio Rodríguez @jarm, por permitirme usar algunas de sus magníficas fotografías para ilustrar esta entrada.

REFERENCIAS 

  • Archivo Municipal de La Unión. Legajo 8.7.5. "Obras singulares". Proyecto de reforma del edificio: 7-3-1913; Puestos comerciales: 18-2-1911; Jardín: 16-8-1913. 
  • Cegarra Beltrí, G. y Morales Martínez, S. “Adelante siempre: Arquitecto Víctor Beltrí y Roqueta (Tortosa 1862 - Cartagena 1935)”. Colegio Oficial de Arquitectos y Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Murcia. Murcia, 2005.
  • Lucas Fernández, J. R. "La maldición de la Casa Grande". Espasa Libros, S.L. 2018.
  • Hispania Nostra. Lista Roja del Patrimonio. Casa Zapata o Casa del Tío Lobo. https://listaroja.hispanianostra.org/ficha/casa-zapata-casa-del-tio-lobo/
  • Pérez Rojas, F. J. “Cartagena 1874-1936. Transformación urbana y arquitectura”. Editora Regional, Murcia, 1986.
  • Ródenas Rozas, F. J. “Víctor Beltrí en La Unión (1897 – 1917)”. (no publicado)



martes, 14 de marzo de 2023

157.- ELEMENTOS MODERNISTAS: PUERTAS

Casa del Piñón (La Unión)
Puerta que debió de instalarse durante la reforma modernista que tuvo lugar unos años después de su construcción

En la anterior entrada de este Blog hablamos de algunos de los llamadores y tiradores de edificios modernistas que han llegado hasta nuestros días. En esta nos fijaremos en las puertas, verdadero símbolo del estatus de sus habitantes.

No cabe duda que la inmensa mayoría de los grandes edificios poseían grandiosas puertas de acceso, pero a veces encontramos preciosas muestras modernistas en edificios que exteriormente no lo son, y que con frecuencia son la antesala de interiores que fueron reformados en dicho estilo.

Esta es una muestra de algunas de las mejores puertas modernistas existentes en la Región de Murcia.


Antigua Caja de Ahorros (Yecla)

Casa Alessón (Cartagena)
Todavía se pueden observar la huellas de los llamadores y tiradores expoliados hace tiempo

Casa Cervantes (Cartagena)
Tal vez la mejor puerta existente en la provincia. Portada del magnífico libro de Juan Ignacio Ferrández y José Antonio Rodríguez "Cartagena puerta a puerta"

Gran Hotel (Cartagena)
Puerta principal

Edificio de Gran Vía,44 (Caravaca)

Palacio Aguirre (Cartagena)

Edificio Juan Conesa (Cartagena)

A veces la sorpresa la encontramos en la segunda puerta del zaguán, tras la puerta principal.

Casa Díaz Cassou (Murcia)

Casa C/ Angosto, 28 (Cieza)

Casa C/ Cánovas del Castillo (Cieza)

Palacio Aguirre (Cartagena)

Y por último, en contadas ocasiones se conservan algunas extraordinarias puertas interiores 

Casa Zapata (Cartagena)

Comedor del Hotel Balneario (Fortuna)

Quisiera dar las gracias, una vez más, a José Antonio Rodríguez Martín @ jarm y a Juan Ignacio Ferrández, por permitirme usar algunas de sus fotografías para ilustrar esta entrada.