La "Casa Cervantes" supuso la llegada del Modernismo a la ciudad de Cartagena, y por extensión a la provincia de Murcia, y fue el edificio que sirvió a Víctor Beltrí para convertirse en el arquitecto favorito de la elitista burguesía cartagenera. Realmente fue el primer encargo importante que recibió después de llegar a Cartagena.
Ubicado en el nº 11 de la calle Mayor (originalmente en los nº 19 y 23 de dicha calle, y con entrada trasera por la c/ Bodegones 23), la casa se construyó entre 1897 y 1900, para residencia del capitalista minero D. Serafín Cervantes, propietario de la mina “El Porvenir”. El edificio está en el punto más visible de la, por entonces, principal arteria de la ciudad, ya que aprovecha un ligero recodo que hace esta calle.
La “Casa Cervantes”, también conocida en su tiempo como la “Casa del Quijote”, al parecer por el comportamiento de su propietario, es una de las primeras y más importantes muestras del modernismo arquitectónico en Cartagena, y en él se combinan la naturaleza barroca y escultórica con el expreso deseo de evocar la importancia del emplazamiento y la adopción de un nuevo lenguaje iconográfico en los elementos decorativos.
La fachada de estilo ecléctico consta de tres pisos y una planta baja. Esta última y el eje central están hechos de mármol blanco de Novelda. Las columnillas, embocaduras y guardapolvos son de piedra artificial y los muros de ladrillo.
El edificio destaca por la impresión de dinamismo que imprimen los motivos decorativos y, especialmente, las columnillas y zapatas curvas que están concentradas en las cornisas. En la planta baja se puede hablar de una elaboración arquitectónica clásica. La fachada, que incorpora miradores blancos de madera en los extremos es eminentemente simbólica.
En el frontón que remata la fachada se aloja un paquete de mercancías, una rueda dentada y un ancla; sobre el frontón, dentro de una gran palmeta, hay una cabeza femenina coronada; los motivos del frontón representan la Industria y el Comercio y, la cabeza coronada, el Progreso, aunque puede ser también un símbolo de la ciudad, Cartagena minera y marinera.
En la planta baja, la espléndida puerta de entrada, probable obra de los hermanos Amaré, representa en sus hojas a Mercurio y a Minerva. La cabeza de Mercurio sobresale en un medallón. Fuera, entre acantos modernistas está el caduceo, una rama de laurel, un pico y una pala. El perfil de Minerva tiene como fondo alusiones a fábricas y pozos de minas. El progreso a través del trabajo, parece el trasfondo de todos estos rostros y objetos y, por encima de ello, el protagonismo del propietario en la vida de la ciudad y en su fomento del trabajo.
Los diversos motivos ornamentales de los guardapolvos, embocaduras y dinteles, especialmente en sus detalles florales y vegetales, son completamente modernistas. El conjunto de la fachada es de un cuidadísimo diseño y una exquisita ejecución, en la que intervienen conjuntamente con el arquitecto magníficos marmolistas, carpinteros y orfebres, dentro del más puro espíritu modernista, que propugnaba la integración de todas las artes aplicadas. El éxito indiscutible de esta obra le sirvió a Beltrí para abrirle definitivamente las puertas de la fama en Cartagena.
La Casa Cervantes es la protagonista de numerosas postales de Cartagena |
El edificio despertó una gran expectación en la ciudad, que no terminaba de comprenderlo. Así lo describía la Guía de Cartagena editada en 1902:
“Entre los edificios que más llaman la atención, figura la casa de Cervantes y el domicilio de la sociedad “El Casino”; aquella es soberbia a primera vista, y más que una obra acabada de arte y prodigio de estilo determinado de arquitectura, debe apreciarse como exhibición deslumbradora de riqueza; los materiales acumulados son costosos, la profusión y variedad de adornos exceden a toda ponderación, pero falta una idea que presida a la construcción y agrupe y ordene los elementos dispersos.”
Cabecera del número de la revista "Arquitectura y Construcción" en donde se reproducía la Casa Cervantes |
También llamó la atención fuera de Cartagena, siendo reproducido con elogios en el número 101, de 5 de mayo de 1901, de la revista “Arquitectura y Construcción”, que en aquellos momentos era la más prestigiosa revista especializada que se editaba en España. En ella figuraban reproducciones de la fachada y del conocido café-restaurante modernista, “Café-Restaurante de España” que se ubicaba en sus bajos, y que ya fue objeto de una entrada en este blog el 24 de febrero de 2015.
Reproducimos aquí el comentario y una de las ilustraciones que se publicaron en la citada revista “Arquitectura y Construcción”:
“Casa particular llamada “de Cervantes”, en Cartagena
Arquitecto: Víctor Beltri
Por la Casa de Cervantes se conoce el soberbio edificio construido en la calle Mayor de Cartagena, obra del inteligente Arquitecto D. Víctor Beltri, del cual hoy insertamos autotipias en nuestra Revista. Si no conociéramos de sobra la elegante traza de nuestro compañero, bastaría el fijarnos en el conjunto de detalles en el presente número publicados, para de ello cerciorarnos.
En la planta baja, construida con ricos materiales, está instalado un café, cuya decoración da idea clara del ingenio de su autor; y los pisos, aunque la casa esté dedicada a alquiler, están también ricamente decorados. En la escalera de honor, al igual que en la entrada principal acaso hay exceso de ornamentación y no sería mucho que este exceso perjudicara en algo a la unidad, que en tan alto grado se observa en las demás partes del edificio.
Dada la originalidad que en él se observa, la riqueza de materiales empleados, y destino por el que se ha construido, es lástima está emplazada en calle tan estrecha, debido a lo cual no permite buen punto de vista para dominarla y juzgar de momento sus proporciones y detalles. De todos modos la maestría de ejecución y el gusto en la combinación y proporcionalidad de masas, hacen que el conjunto del edificio resulte agradable, acreditando a su autor por su manera fácil en desarrollar los múltiples problemas afectos a una construcción de esta naturaleza. S.C.”
Al menos hubo también otra reseña destacada en la prensa de Madrid, concretamente en el periódico “El Liberal” de 16 de Febrero de 1900, M. Peral García la elogiaba de la siguiente forma:
“La fachada es lo que se llama una gran obra monumental, que sólo puede realizarse teniendo en cuenta el entusiasmo y los muchísimos miles de duros que en ella ha puesto D. Serafín Cervantes. Ricos mármoles, maderas finas y pulidos bronces son los materiales que desde la robusta base hasta los recortados remates forman el hermoso y artístico conjunto, del que no puede darse idea con la pluma, por lo que la dará la fotografía en los periódicos ilustrados. Bien lo merece la excepcional importancia de la obra, famosa ya en toda esta provincia.”
Muchos años después los bajos de la “Casa Cervantes” fueron la sede de la llamada “cocinilla”, que daba comidas gratuitas a los niños pobres y a los indigentes después de la Guerra Civil.
Del antiguo edificio sólo se conserva la fachada, ya que todo el interior fue remodelado para adaptarlo a las necesidades de una entidad bancaria. Actualmente es sede de la Jefatura de Zona del Banco de Sabadell, antigua CAM, que en 1994 procedió a restaurar e iluminar su fachada. En su interior se encuentra la biblioteca “San Isidoro”, una de las mejores de la ciudad.
Del proyecto original, en el Archivo Municipal sólo se existe la Memoria, faltando los Planos del edificio.
Retrato de D. Serafín Cervantes publicado por primera vez por Juan Ignacio Ferrández en su ponencia "La Cartagena Modernista 1900-1916" del CIMAM 2016 |
De origen almeriense, se sintió atraído por el resurgir de la minería en la zona de La Unión a finales del siglo XIX. Casado con la también originaria de Turre, Dª Rosario Cervantes Gallardo, amasó una gran fortuna gracias a los negocios mineros, llegando a ser propietario de la mina “El Porvenir”. Además del negocio minero, poseyó una fábrica de serrara madera y una fábrica de agua minero-medicinal, que comercializó con la marca "Asdrúbal" gracias a un manantial que poseía cercano al Barrio de la Concepción, una fábrica de electricidad llamada “Industrias Eléctricas” y otra de hielo, ambas en el Barrio de La Concepción. También distribuía el agua potable en ese mismo lugar.
D. Serafín se hizo con la propiedad de la Plaza de Toros de Cartagena en 1910 como regalo de Reyes para su nieto Serafín, quien le pidió una plaza de toros de las desmontables, nunca pensando que su abuelo le compraría una de verdad. Un año más tarde procedería a su remodelación, posiblemente realizada por el propio Beltrí.
En lo personal su vida fue bastante desgraciada, pues su nieto Serafín falleció con tan sólo 14 años en 1918, víctima de la epidemia de gripe, su mujer lo hizo en 1923 y su hijo Diego en 1927. Su nuera Bernarda Cánovas fue la persona que estuvo siempre con él hasta su muerte el 27 de Noviembre de 1928, y quien heredó todos sus bienes. Su cuerpo está enterrado en su localidad natal de Turre.
Panteón de la familia Cervantes en su localidad natal de Turre (Almería), lugar en donde está enterrado Serafín Cervantes |
Fuentes:
- Cegarra Beltrí, G. "Adelante siempre. Arquitecto Víctor Beltrí y Roqueta (Tortosa 1862-cartagena 1935)
- Cegarra Beltrí, G. y Sánchez Espinosa, E. "Arquitectura Modernista en la Región de Murcia"
- Ferrández García, J. I. "La "La Cartagena Modernista 1900-1916" CIMAM 2016
- Archivo Municipal de Cartagena, Legajo CH01703 Exp.2
- Periódico “Liberal” Madrid, 16 de Febrero de 1900.
- Revista “La Ilustración Española y Americana” nº XVIII, 15 de mayo de 1899.
- Revista “Arquitectura y Construcción”, nº 101 de 5 de mayo de 1901.