A pesar de que con fecha 11 de marzo de 1991 se había incoado expediente para la declaración de la “Casa del Tío Lobo” y su jardín, Bien de Interés Cultural (B.I.C.), ampliándose el área de protección a las calles adyacentes, con el fin de mantener un entorno homogéneo, hecho que se consiguió el 4 de julio de 2002 en que fue declarada B.I.C., con categoría de monumento, su estado de conservación es tan lamentable, que ha motivado la inclusión del inmueble en la mencionada Lista Roja.
Esta es la historia que hay detrás de este emblemático edificio.
El rico y controvertido propietario minero, Miguel Zapata Sáez "El Tío Lobo", encargó en 1913 a Víctor Beltrí la reconstrucción de su mansión ubicada en la localidad costera de Portmán, pedanía de La Unión. Dicha construcción es denominada popularmente como la “Casa del Tío Lobo”, sobrenombre con que se conocía a su propietario, aunque también tuvo otras denominaciones tales como: la "Casa Grande", “La Sociedad” o “La Casa Social”.
En la gran mansión, además de su esposa e hijos, vivió José Maestre Pérez que estuvo casado, primero con su hija Visita, y después con su otra hija Obdulia. Posteriormente fue utilizada por los hijos de Maestre como residencia veraniega.
El arquitecto realizó un proyecto de estilo ecléctico, con detalles modernistas, para añadirle el segundo piso, manteniendo en la planta baja las oficinas y en la superior la vivienda. El edificio consta de una planta baja y un primer piso muy amplio, con un jardín en el frente principal pleno de árboles que ayudan a dar armonía al conjunto.
Esta casa pertenece a la tradición local de las construcciones de La Unión: cubiertas de terrado plano, formas cúbicas y ladrillo visto. Las fachadas laterales y traseras son de ladrillo con dinteles de hierro, siendo los trabajos de carpintería de estilo ligeramente modernista.
Aspecto del templete de la esquina hacia 1986 |
“Esta vivienda se nos ofrece como un espacio cuya distribución interna transita hacia una concepción casi contemporánea que conjuga dedicación al trabajo y bienestar en el descanso. No podía ser de otro modo en el caso de la residencia del “Tío Lobo”, situada como atalaya en el corazón de sus dominios. Desde “su sala de labor” (no despacho) así nombrada sobre el plano, emplazada en el mirador-templete de la casa, con Portmán a sus pies –no en vano la Plaza Zapata, a la que mira, fue propiedad personal y no vía pública- la casa es el refugio a la medida del hombre satisfecho de sí mismo, trabajador y amo poderoso”.
A finales de los años ochenta el edificio se había reorganizado para albergar diversas viviendas. El amplio patio posterior del edificio, donde antiguamente se encontraban ubicados los fogones, se encontraba ya muy modificado.
También Beltrí realizó la reforma y ampliación de los puestos comerciales (1911) de la mencionada Plaza Zapata, así como la construcción y el cercado de sus jardines (1913).
En 2018 el conocido periodista Juan Ramón Lucas, publicó su primer libro llamado "La maldición de la Casa Grande" cuya trama de desarrolla alrededor de este edificio, y en el que se cuenta su historia y la de la familia de Miguel Zapata, cuya vida que estuvo plagada de desgracias.
En este gran video de Juanma Hernav, se puede observar el estado de deterioro de la que fue la sede del imperio de los Zapata.
Sus primeras ganancias las invierte en sociedades con otros mineros, y en la compra de terrenos, acémilas, casas y en general, todo aquello con lo que tenía posibilidades de obtener algún beneficio, hasta que construyó un pequeño imperio.
Siempre estuvo al día buscando cualquier adelanto técnico que pudiera reportarle beneficios. Así mejoró y unificó las instalaciones de sus fundiciones para crear “La Orcelitana”, construyó un cable de acero hasta sus embarcaderos para poder transportar los minerales de hierro de sus minas del "Sancti Espíritu", fundo la famosa “Fundición La Maquinista de Levante” en La Unión, y adquirió una pequeña flota de navíos para el transporte marítimo de sus minerales.
Foto de la época de "La Maquinista de La Unión" |
Intervino de forma decisiva en todos los asuntos de cierta trascendencia de La Unión y Portmán, ostentando la presidencia honoraria de cuantas asociaciones benéficas o culturales se creaban en la zona.
Estuvo casado con Dª Juana Hernández Aguirre con la que tuvo cinco hijos, de los que sólo le sobrevivió su hija Obdulia, que a su vez estaba casada con el político y propietario minero D. José Maestre Pérez.
Fue un hombre poderoso y tiránico, que igual era capaz de sortear una casa al año entre sus empleados, que pagarles con vales que sólo se podían canjear en sus tiendas.
Su figura fue muy controvertida, contando históricamente con casi tantos partidarios como detractores.
Una vez más quiero dar las gracias a José Antonio Rodríguez @jarm, por permitirme usar algunas de sus magníficas fotografías para ilustrar esta entrada.
REFERENCIAS
- Archivo Municipal de La Unión. Legajo 8.7.5. "Obras singulares". Proyecto de reforma del edificio: 7-3-1913; Puestos comerciales: 18-2-1911; Jardín: 16-8-1913.
- Cegarra Beltrí, G. y Morales Martínez, S. “Adelante siempre: Arquitecto Víctor Beltrí y Roqueta (Tortosa 1862 - Cartagena 1935)”. Colegio Oficial de Arquitectos y Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Murcia. Murcia, 2005.
- Lucas Fernández, J. R. "La maldición de la Casa Grande". Espasa Libros, S.L. 2018.
- Hispania Nostra. Lista Roja del Patrimonio. Casa Zapata o Casa del Tío Lobo. https://listaroja.hispanianostra.org/ficha/casa-zapata-casa-del-tio-lobo/
- Pérez Rojas, F. J. “Cartagena 1874-1936. Transformación urbana y arquitectura”. Editora Regional, Murcia, 1986.
- Ródenas Rozas, F. J. “Víctor Beltrí en La Unión (1897 – 1917)”. (no publicado)