jueves, 3 de octubre de 2024

169.- SALON DE VENTAS DE "GAS DE LEVANTE S.A." - Plaza de San Francisco, 28. Cartagena

Exterior de la oficina de ventas de "Gas Levante"
(Fotógrafo Sáez. Extraída de la Revista "Carthago Nova")
El 23 de enero de 1861, se inauguró la Fábrica del Gas de Cartagena, ubicada en el ángulo que formaban los caminos de Santa Lucía y La Unión, fuera de las murallas de la ciudad, con objeto de que fuese fuente del alumbrado de la ciudad. Una luz que se vio afectada por la Guerra Cantonal y los bombardeos, lo que provocó que el suministro no volviera a casi toda la ciudad hasta el mes de junio de 1874.

Fábrica de "Gas Levante"
(Imagen extraída de la Revista "Carthago Nova")
En mayo de 1929, "Gas Levante S.A.", que era el nombre de la empresa que por entonces explotaba esta fábrica, inauguró una tienda en la plaza de San Francisco para que los cartageneros pudieron adquirir todo tipo de aparatos que funcionaban con gas. Así se anunciaba en la revista "Carthago Nova" en 1931:

"En la Glorieta de San Francisco, número 28, tiene abierto local donde está instalada una sala de exposición, con toda clase de aparatos modernos, y con personal especializado, que demostrará prácticamente cuanto se refiere al manejo y utilidad delos mismos."

Interior de la oficina de ventas de "Gas Levante"
(Imagen extraída de la Revista "Carthago Nova")
El local fue uno de los pocos que conocemos en la provincia que estuvo decorado en estilo art déco, en su variante zig-zag. Desconocemos quien fue su autor, pero por la fecha y sus características decorativas, bien pudo ser obra del arquitecto Lorenzo Ros.

Tras la Guerra Civil, concretamente en 1943, debido a problemas en la recepción de hulla necesaria para elaborar el gas, la empresa se vio obligada a reducir el servicio. Una situación que se repitió en los años cincuenta llegando en alguna ocasión a recibir ayuda por parte del Almirante del Arsenal y de la "Sociedad Peñarroya" para no tener que suspender su actividad.

Finalmente en 1965, el Ministerio de Industria autorizó a "Gas Levante S.A." al cierre de su fábrica poniendo fin a más de cien años de historia. El complejo industrial se derribó en 1981, y en el mismo lugar se construyó la estación de autobuses que fue inaugurada en el mes de mayo de 1995.

Fuentes

  • Revista "Cartago Nova" 1/3/1931. Archivo 
  • Ferrández, Juan Ignacio. Periódico "La Opinión". La Fábrica del Gas. 28/1/2018.

domingo, 1 de septiembre de 2024

168.- VILLA CALAMARI - Carretera de San Félix. San Félix- Cartagena

Entrada principal de Villa Calamari, antes de su saqueo y expolio
Año tras año, la prensa local sigue publicando noticias sobre nuevos incendios en la emblemática "Villa Calamari", también conocida como "Palacete Versalles" o "Villa de los Celdranes".

El primer propietario del terreno en donde se ubica esta mansión de las afuera de Cartagena, fue el empresario minero luxemburgués Guillermo Ehlers y Meyer, experto botánico que creó un parque en el que cultivó y aclimató nuevas especies de plantas traídas de ultramar. 

Fue su segundo propietario, el italiano Camilo Calamari Rossi, quien hacia 1900 encargó al arquitecto Víctor Beltrí la construcción de una casa en uno de los parajes más bellos de Cartagena. 

La villa de estilo ecléctico, con elementos modernistas, era de planta cuadrada con dos pisos y semisótano y tenía un segundo bloque anexo de una sola planta y semisótano. El cuerpo cuadrado tenía en dos frentes un cuerpo de mirador. La fachada principal consta de un pórtico con arcos rebajados y de medio punto que descansan sobre columnas toscanas. Sobre el pórtico había una amplia galería con cierres de madera, hoy prácticamente destruida. 




Los materiales utilizados eran de mármol para el zócalo y pórtico y, para el resto de los muros, ladrillo rojizo y piedra artificial. En el interior se conservaban algunas habitaciones decoradas con pinturas de flores y pájaros. 

Las dos entradas al edificio, la principal del pórtico y la lateral del otro bloque, marcaban como dos zonas de la vivienda: una más solemne, y otra de diario. El ala lateral, estructurada en torno a un pasillo central, englobaba las habitaciones de uso más cotidiano. El bloque principal tenía un vestíbulo alargado que formaba una "L" con el pasillo anexo. 

En la convergencia de los dos se levantaba la escalera con una barandilla de diseño ligeramente modernista, hoy desaparecida al haber sido salvajemente arrancada, y con decoración de temas pompeyanos. La iluminación se realizaba a través de una vidriera de temática floral modernista, situada en el muro frontal, también hoy completamente destruida. 

Papeles pintados de una de las habitaciones, hoy destruidos por un incendio
Una de las vidrieras de la escalera, hoy completamente destruida

Frescos pompeyanos de la escalera, hoy completamente expoliada

Galería de madera, hoy prácticamente destruida

En el jardín el arquitecto realizó una ordenación de rincones y fuentes con piedras rústicas. También levantó unos interesantes palomares rústicos, muy del estilo de las construcciones del “Parque Güell” en Barcelona. 

Los jardines en su época de esplendor

Preciosa fuente modernista, hoy  inexistente

Palomares gaudinianos
Tras Calamari, la casa pasó a ser propiedad del industrial Pérez Milá, y en la postguerra fue adquirida por el también propietario minero Ángel Conesa Celdrán, quien restauró el jardín, que se encontraba en perfecto estado de conservación cuando F. J. Pérez Rojas publicó su libro. Por aquel entonces albergaba la colección Celdrán, que reunía interesantes piezas de pintura y cerámica del siglo XIX. 

Este propietario, a su vez, restauró el palacete según proyecto del arquitecto Pedro Antonio San Martín Moro, dotándolo de un templete o mirador, de estilo clásico, sobre el propio edificio. Tras la muerte de Celdrán, los herederos vendieron la finca, la cual fue adquirida en 1997 por un conocido grupo inmobiliario.

El “Palacete de Versalles”, nombre por el que se conoce popularmente a la “Villa Calamarí”, fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Monumento, por Decreto 69/2012 de 18 de mayo, a instancias de las asociaciones conservacionistas de la ciudad. Desde entonces, en lugar de estar mejor conservado y protegido, la finca fue escenario de innumerables incendios intencionados que afectaron al sótano del palacete, y arrasaron prácticamente todo el jardín destruyendo todo el arbolado singular que quedaba en la finca. 

En el año 2000 se habían dictado una serie de ordenes por la Dirección General de Cultura, que instaban a los propietarios del edificio, a reparar el vallado de la finca para evitar el acceso de expoliadores, tapiar los muros del edificio, limpiar la casa interiormente de cristales, para evitar el deterioro del suelo de madera, cerrar las puertas y ventanas para evitar el paso al interior, retirar todas las ramas secas abandonadas en el entorno del palacio, limpiar de maleza, regar y mantener el arbolado, podar las palmeras y pinos, custodiar las piezas de la fuente de plomo para su posterior restauración, cerrar el lavadero y mantener la vigilancia de una forma permanente, pero los propietarios poco hicieron para cumplir estas ordenanzas, y su saqueo y expolio continuaron. En 2005 sufrió un nuevo incendio que afectó a unos cien metros del techo de la primera planta, que se acabó desplomando.

Actualmente el edificio es una auténtica ruina, a pesar de las infructuosas denuncias realizadas por vecinos, y asociaciones como la Comisión Beltrí 2012. Para colmo, se ha puesto de moda como lugar "paranormal" y "misterioso", lo que ha terminado de darle la puntilla.





La barbarie más absoluta, gracias a la desidia de propietarios y autoridades, han acabado con lo poco que quedaba de "Villa Calamari"
(Imágenes de Finca Versalles de Cartagena en flickr)

En el año 2014 fue incluida en la Lista Roja de Hispania Nostra, del patrimonio de España en riesgo de desaparición, y allí sigue, siendo firme candidata a engrosar pronto la Lista Negra. 

Hoy en día ya no queda casi nada en pie, y mucho nos tememos que muy pronto será derribado. Estos videos son un buen reflejo de la realidad de "Villa Calamari".





D. Camilo Calamari Rossi, fue un italiano que se instaló en fecha indeterminada en Cartagena, siendo de 1894 las primeras noticias suyas que aparecen en la prensa local. 

Casado con Javiera Bosh, hija de Francisco Bosch Montaner, consignatario de la Compañía Trasatlántica, fue: Presidente del Sindicato Minero de Cartagena; miembro electo de la Cámara de Comercio; propietario de las minas de "La Parreta", en Alumbres, y "Lolita" y "Lucrecia", en Cartagena; Cónsul de Italia en Cartagena; y director de la factoría de la "Sociedad Franco-Española de Explosivos y Productos Químicos" de Alumbres, inaugurada el 23 de diciembre de 1895.

Fotografía: Archivo Pedro Escudero
El origen de esta empresa fue la fábrica de "Explosivos de Garrabino", que surgió a partir de que el Ayuntamiento de Cartagena autorizara en marzo de 1890 a Miguel Zapata y Ricardo W. Barrington a instalar su fábrica de ruborita en el Coto Garrabino, en la Diputación de Alumbres. 

A finales de 1893 estos mismos empresarios informaban de haber traspasado la propiedad a Eugenio Juan Barbier, que se convirtió en su presidente, y que al parecer había descubierto una forma más barata para fabricar la ruborita. Barbier sustituyó las carísimas cámaras de plomo y condensadores de platino, por pequeños depósitos de arcilla refractaria.  

Directivos y jefes de Garrabino en las escalinatas de Villa Calamarí 1919. Es probable que entre ellos se encontrara en propio Camilo Calamari. 
(Foto: Concepción Raja Álvarez, extraída del Blog Historias de Alumbres)

Quisiera dar las gracias a Loli de Prada, José Antonio Rodríguez, ctpatrimonio, Pedro Escudero, Finca Versalles de Cartagena, Concepción Raja, a Cartagena TV y Toni Gálvez, por las fotografías y los videos que ilustran esta entrada. Así mismo a la Comisión Beltrí 2012 y a todos los que desde hace muchos años han luchado infructuosamente por intentar salvar esta joya.

FUENTES

jueves, 25 de julio de 2024

167.- VILLA LOLITA - C/ Catá, 2. Los Gabatos. San Antonio Abad - Cartagena

Acceso principal a "Villa Lolita" antes de su abandono definitivo
Las calles Catá y Campoamor en el barrio de Los Gabatos, en Los Dolores, agrupaban algunas de las villas y "hoteles" más bonitos de las afueras de Cartagena, entre los que podemos mencionar a: "Torre Catá", "Villa Elisa", "Torre Claudia" o "Villa Lolita".

Puerta de acceso
Esta última se encontraba justo al inicio de la mencionada calle, junto a la "Torre Catá", y debió de construirse en las mismas fechas que el Casino de San Antonio Abad, es decir hacia 1898, probablemente durante la época en que el arquitecto Víctor Beltrí residió en Los Gabatos. De hecho debe ser una de las primeras obras que hizo Beltrí en Cartagena. Desconocemos quienes fueron sus propietarios originales, ni el origen del su nombre.

Única Imagen antigua conocida
(Fuente: Facebook José Hernández Madrid)

Comparativa de las embocaduras del Casino de San Antonio Abad (izquierda) y "Villa Lolita" (derecha)
La construcción tiene dos plantas que por su diseño y decoración, con casi toda seguridad debieron de construirse en dos épocas distintas. La planta baja, y parte de la planta alta, en la que todavía se pueden observar los restos de las decoraciones originales de las embocaduras de piedra artificial, idénticas a las del mencionado Casino, sería la obra inicial de Beltrí.


Imágenes de la parte trasera

La segunda construcción se realizaría al final de la década de los veinte del siglo pasado, tras su adquisición por el matrimonio formado por Enrique Hércules de Solas Álvarez y Juana Sánchez Andreu, que debieron proceder a completar la segunda planta, con una construcción sin ningún tipo de decoración exterior, así como a adornar los jardines, tanto delantero como trasero, incluyendo jardineras, maceteros y bancos de trencadís, así como una pérgola de madera sustentada por columnas salomónicas, tal y cómo se pueden observar en las fotografías y en el video insertado al final de esta entrada. 


Fuente: Traducarte
Esta casa fue la residencia del aristócrata y poeta, Leopoldo Hércules de Solas Sánchez, hasta su fallecimiento en 2005. Este había nacido en 1929 en el barrio de Los Barreros, aunque sólo con 11 días su familia se trasladó a vivir definitivamente a "Villa Lolita". Fueron famosos los numerosos recitales poéticos y tertulias que se organizaron en esta casa, dando lugar a encuentro de los mejores escritores, artistas e intelectuales del momento.

A su fallecimiento su viuda siguió viviendo un tiempo en "Villa Lolita", hasta su venta. Al parecer los nuevos propietarios tuvieron inicialmente la intención de restaurarla, pero dado lo elevado del presupuesto, finalmente optaron por venderla a su vez a un promotor que la quería para unirla a otros terrenos para hacer unos dúplex, que nunca llegaron a construirse.

Deplorable aspecto actual de la parte delantera
(P4K1T0, CC0, via Wikimedia Commons)

La parte trasera
(P4K1T0, CC0, via Wikimedia Commons)

Explorando ( Villa Lolita ) Cartagena (yissus world)

Desde entonces su deterioro ha sido imparable, habiendo sido expoliada y vandalizada de forma salvaje, hasta quedar irreconocible, como se puede observar en las fotografías y el video que ilustran esta entrada. Otra pérdida irreparable para Cartagena.

Quisiera dar las gracias, una vez más, a Pedro Escudero por las informaciones e imágenes proporcionadas sobre "Villa Lolita".


viernes, 19 de julio de 2024

166.- CÍRCULO MERCANTIL E INDUSTRIAL - C/ de la Corredera, 55. Lorca

Fuente: Facebook Lorca noticias y turismo

 El 11 de abril de 1932 se inauguraba en la ciudad de Lorca la sede social del sindicato patronal "Círculo Mercantil e Industrial", siendo por entonces su Presidente el farmacéutico D. José Sala Just. 

Entre otras actividades, esta asociación celebraba todos los años una Feria de muestras, y estuvo activo hasta 1959.

Su sede estaba en la céntrica calle de la Corredera, frente al edificio modernista de la Cámara Agrícola, y junto a la "Sombrerería Padilla".

Sólo conocemos una fotografía de la fachada de la planta baja, y por su estética la podríamos englobar en el estilo art-déco, tanto por el tipo de letras empleado en su rotulación, como por la carpintería de sus ventanales, en la que se combinaban formas curvas y rectas. Ignoramos quien fue su autor.

La farmacia del Sr. Sala Just, que data de 1896, fue restaurada y reubicada en el año 2019 en el Palacio de Guevara.

Imagen antigua de la farmacia con el Sr. Sala Just

Aspecto actual tras su restauración
(Fuente: Periódico "La Verdad")

Si alguien puede aportar alguna información adicional, o alguna fotografía antigua, le estaríamos muy agradecidos. 

Fuentes


viernes, 14 de junio de 2024

165.- EDIFICIO CALLE DON ROQUE - C/ Don Roque, 13. Cartagena

Comparativa de la fachada antes y después de su "rehabilitación"
Uno de los edificios más bonitos que hubo en Cartagena estaba situado en la calle Don Roque. Y digo estaba, porque tras la reconstrucción de la fachada (único elemento que se conservaba del original) podemos darlo prácticamente por desaparecido.

Esta "rehabilitación", ha supuesto la pérdida de la preciosa tribuna original de madera que formaba un gran arco semicircular en cuyo remate se adivinaban las iniciales “F” y “S” del primer propietario, así como la preciosa cornisa ondulada que remataba el edificio. 

Comparativa de la cornisa original y la actual

Lo único que se han conservado de la fachada original son la bonita rejería, y una gran parte de la segunda planta, donde lo más original son los vanos de las dos puertas de acceso al balcón que se enmarcan en arcos de herradura, que recuerdan al arco de la portada del mihrab del oratorio de la Aljafería de Zaragoza*. 

Imagen antigua del conjunto de edificios que hubo en la Calle Don Roque
(Fuente: Archivo particular José Antonio Rodríguez)

Este estrecho edificio modernista unifamiliar de dos plantas, formaba parte de un conjunto de edificios modernistas muy interesantes que fueron completamente derribados, excepto la mencionada fachada que se mantuvo erguida durante décadas, amenazando con venirse abajo en cualquier momento, hasta que se acometió la mencionada "rehabilitación".

Aspecto original del edificio en la década de los sesenta del siglo pasado
(Fuente: Archivo particular José Antonio Rodríguez)
Aspecto a principios del siglo XIX
El edificio que recordaba en su estilo al modernismo belga, en la curvatura de las rejerías y la decoración de latiguillos, parece que fue construido probablemente hacía 1906, y aunque su autoría se la atribuyó Pérez Rojas, con ciertas dudas, al arquitecto Tomas Rico, no está documentada su participación en este edificio. 

Nosotros albergamos ciertas dudas sobre su autoría, ya que Rico nunca prodigó el estilo neoárabe en sus obras, al contrario que otros profesionales de esta época como Pedro Cerdán, o Víctor Beltrí.

Otra joyita que ha perdido Cartagena. Sin palabras.

* Información proporcionada por María José Lario

jueves, 23 de mayo de 2024

164.- MARCELIANO COQUILLAT LLOFRIU [Elche (Alicante), 1865 - Bussot (Alicante), 1924]: Arquitecto

Marceliano Coquillat es uno de los arquitectos más importantes, y al vez menos conocido, de los que trabajaron en la zona de levante a principios del pasado siglo XX.

Natural de Elche, cursó estudios de Arquitectura en la Escuela de Barcelona, obteniendo el tituló en 1892. Al finalizar sus estudios se estableció en ésta ciudad, siendo nombrado en 1893 Arquitecto de Hacienda provincial, con la categoría de Jefe de negociado de tercera clase. Trabajará para Hacienda, al menos hasta 1902, pasando durante esos años por las provincias de Barcelona, Granada, Valencia, Alicante y Murcia. En esta última debió de coincidir con Víctor Beltrí, que por aquel entonces era también Arquitecto de Hacienda de esta provincia.

En 1898 era Secretario de la Junta directiva de la Asociación de Arquitectos de Cataluña, puesto del que dimite un año más tarde alegando motivos de salud. En 1903 es nombrado Jefe de Sección de la Comisión de Ensanche, del Ayuntamiento de Barcelona. 

Se le reconocen más de cincuenta obras modernistas repartidas en su mayoría por Cataluña, pero también con notables muestras repartidas por toda España. Así se pueden encontrar obras suyas en las provincias de: Barcelona, Madrid, Asturias, Ciudad Real, Alicante, Albacete y Murcia.

Planos de la Casa-Laboratorio del
Dr. Adolfo Llopis (Madrid)

Entre ellas destacan las realizadas en la ciudad de Barcelona (“Casa Delfina Bonet” en la llamada “manzana de la discordia”, “Casa Jan Rocamora”, “Casa Ramón Juliá”, “Casa Eduardo Fernández”, “Casa Pablo Pujol”, Círculo Ecuestre, Mercado de Sarriá, “Villa Conchita”...); La Garriga ("Torre San Miguel"); Sitges (“Casa Gili Casanovas”, conjunto de casas y garaje del Paseo Bernardo Fernández); Cerdanyola (“Ca L’Arquer”); Crevillente (Ayuntamiento); Peñamellera (“Quinta de arriba”); Madrid (“Casa-Laboratorio Dr. Adolfo Llopis”); Almansa ("Casa Juan Gascón"); Valdepeñas (Casino “La Confianza”, Templete de Música), aunque la mayor parte de su obra está repartida entre Elche, su localidad natal, (“Edificio García Fernández”, “Asilo de San José”, “Grupo Escolar”...) y, sobre todo, Sant Just Desvern (Barcelona), localidad donde ejerció como Arquitecto Municipal (“Can Ginestar”, “Can Sagrera”, “Casa Bassols”, “Casa Solé”, “Torre de la Inmaculada”, “Casa Pruna”, Mercado Municipal, “Festejador de Can Vendrell”, “Torre Pons”, “Passatge Pons”...). 


Estas obras, algunas lamentablemente desaparecidas, pueden observarse con detalle en la magnífica web Arquitectura Modernista creada por investigador del modernismo Valentí Pons Toujouse, y en donde se recopilan todos los edificios realizados en dicho estilo a nivel mundial. 

En su última época, Coquillat regresó a Elche, trabajando durante los últimos años de su vida en ésta localidad, así como en los municipios limítrofes. Fue nombrado hijo predilecto de su ciudad natal en 1906, por su trabajo en la restauración de la Iglesia de Santa María que amenazaba con desplomarse. 

Estilísticamente Coquillat es muy variado y va evolucionando con el tiempo, de forma que pasó desde un temprano modernismo floral y gaudinista, a un novecentismo final, pasando por el clásico modernismo neogótico catalán, el neomudéjar, la sezession vienesa y el neoplateresco.

En la Región de Murcia están documentados sus trabajos en el proyecto de la “Casa Maestre” de Cartagena (1906), cuyas obras dirigió Víctor Beltrí, y con el que debió de tener amistad desde los tiempos en que los dos eran Arquitectos de Hacienda; el de la demolida “Plaza de Abastos y Mercado de Contratación” de la ciudad de Murcia, que ganó por concurso al propio Beltrí en 1909, y que fue reproducida en su día en las más prestigiosas revistas de arquitectura de la época; y en 1908, también en la capital, la casa del joyero José Gascón. 

También creemos que puede haber en la provincia un número importante de edificios, de los que hasta ahora se desconoce el autor, que podrían ser obra suya, como el Palacete de los D'Estoup en Las Torres de Cotillas. Lamentablemente en muchas localidades, incluida la capital, no se conservan los proyectos de las primeras décadas del siglo pasado, por lo que es muy difícil el poder documentar su autoría.

Planos de la Casa Maestre (Cartagena) firmados conjuntamente por Coquillat y Beltrí

Obras en la provincia de Murcia

Cartagena:

Las Torres de Cotillas:

Murcia:


FUENTES

sábado, 13 de abril de 2024

163.- PALACETE DE LOS D'ESTOUP - C/ D'Estoup, 13. Las Torres de Cotillas

En la localidad de Las Torres de Cotillas el Palacete que perteneció a la familia D'Estoup, es el edificio más importante de esta pequeña localidad de la Vega Media del Segura. 

Lo más destacado de la construcción es una gran torre de esquina, que originalmente estaba almenada, adornada con el escudo de armas de la familia, cabezas de leones y embocaduras de estilo neogótico, típicas del primer modernismo catalán inspirado en el medievo. 

La casa seguía la distribución propia de las residencias solariegas de la época, contando con una almazara además de la propia vivienda. En la residencia se podían contar hasta tres cocinas, numerosos dormitorios, salones amueblados al gusto burgués de la época, una sala de armas, una importantísima biblioteca privada que contaban con varios miles de ejemplares, así como parte de la pinacoteca de la familia, con cientos de cuadros entre los que se encontraban algunos de Ribera y Zurbarán

Digna de mención era la escalera de acceso al piso superior, incluido un farol de forja, que se han conservado hasta hoy en día. No menos importantes eran los exteriores, hoy desaparecidos, que incluían un gran jardín botánico y un huerto.


Durante la guerra civil del 36, el Palacete fue convertido en hospital de tuberculosos de los miembros del ejército de la aviación republicana y, posteriormente, abandonado. Dicha ocupación, si bien no afectó a la estructura, si varió algunas construcciones anexas y desgraciadamente a la biblioteca, que fue quemada. 

Tras la guerra, el edificio fue abandonado a su suerte durante casi un cuarto de siglo. En 1963 el párroco local, ante el déficit de escuelas, realizó una colecta para arreglar el edificio, que había sido comprado por la Hermanas de la Congregación del Divino Maestro, que construirían nuevos pabellones para aulas y gimnasio, y que, para poder costear las obras, vendieron la mayor parte del enorme jardín botánico. 

El palacete sufrió desde ese momento numerosas reformas, pero siempre intentando mantener el estilo de la edificación, a excepción de la realizada en la torre principal en la que fueron destruidas las almenas de la torre, para realizar un tejado a cuatro aguas. Así mismo, si comparamos el edificio actual con una fotografía antigua que se conserva, la entrada principal estaba rematada por un piñón almenado que también ha desaparecido.

Esta es la imagen más antigua que se conoce del Palacete. En ella se puede observar el cuerpo de la entrada principal, adornada por un piñón almenado

No existe documentación alguna que nos permita saber a ciencia cierta quien fue el autor de esta obra construida en fecha indeterminada por encargo de José María D'Estoup Garcerán [Las Torres de Cotillas? (Murcia)?, ? - Madrid, 1920]. 

El investigador Ricardo Montes la atribuyó a Pedro Cerdán porque tiene en la fachada cabezas de león, al igual que en el Casino de Murcia o la Casa del Piñon de La Unión, pero ni estilística, ni iconográficamente, tiene nada que ver con ninguna otra obra de este arquitecto. Nosotros mismos llegamos a pensar que, por su carácter propio del primer modernismo catalán, bien pudiera ser obra del tortosino Víctor Beltrí, que también empleó cabezas de león en algunas de sus obras como en la Casa Rentero en La Unión, o el Palacete Paris en Gandía, aunque salvo en algún detalle de la Casa Zapata de Cartagena, tampoco se parece al resto de su obra, por lo que también nos generó muchas dudas su autoría.

Tras la publicación digital del compendio de los edificios modernistas existentes en todo el mundo en la web ARQUITECTURA MODERNISTA, enorme y magnífico trabajo de Valentí Pons Toujouse, pudimos observar muchas similitudes (ver comparativas) con las obras de la primera época del arquitecto Marceliano Coquillat, del que sabemos que hacia 1900 ocupó el cargo de Arquitecto de Hacienda para la provincia de Murcia, y que nos dejó obras como la Casa Maestre (1906) en Cartagena, o el Edificio José Gascón (1908) y la Plaza de Abastos de La Rambla (1908) en la ciudad de Murcia, por lo que creemos que puede ser el autor de este edificio, que probablemente se construyó, o reformó, también hacia 1908.


José María D’Estoup Garcerán
La familia D' Estoup, era originaria de la región franco-pirenaica de Cominges y llegaron a Murcia, a comienzos del siglo XVIII. Según cuentan las crónicas, se dio el hecho durante varias generaciones de que en dicha familia, a pesar de tener varios hijos en cada matrimonio, finalmente sólo uno de ellos dejaba descendencia. 

Por este motivo, y para que no se dispersaran los bienes adquiridos, tenían el convenio de que las heredades fueran revertiendo, mediante donaciones o ventas, en el hermano que tuviera descendencia. 

Poco a poco, la familia fue ampliando sus posesiones, hasta el punto de que en torno a finales del siglo XIX, llegaron a equilibrarlas con las del Señor de Cotillas, el Marqués de Corvera. Compraron tierras y fincas, entre otros, al Duque de Pastrana (en el Señorío de Las Torres) y al propio Marqués de Corvera. Sus vastas posesiones se encontraban repartidas por toda la provincia: Las Torres de Cotillas, Aljucer, Nonduermas, Santo Ángel, La Alberca, Orihuela, Fuente Álamo, Corvera, San Javier y la ciudad de Murcia.

La familia D'Estoup en los jardines que rodeaban al Palacete
(Fotografía propiedad de Rosa Martínez D'Estoup)

Fueron grandes empresarios que fomentaron la industria en Murcia, levantando fábricas de tejidos, azúcar (que se hundió al perder España la isla de Cuba), coñac y harinas (“La Innovadora“)Todo ello hizo que llegasen a poseer con el tiempo, una considerable fortuna que incluía la segunda pinacoteca privada más importante de España.


FUENTES