miércoles, 27 de diciembre de 2017

87.- ANTIGUO MATADERO MUNICIPAL – La Fontana. Camino de La Algameca. Barrio de La Concepción. Diputación de San Antonio Abad - Cartagena


Fotografía de Casaú en la que se puede observar al
Matadero en pleno funcionamiento
Uno de los edificios menos conocidos de la ciudad de Cartagena es el antiguo Matadero Municipal. Fue proyectado en 1889 por el arquitecto Tomás Rico, aunque no fue construido hasta 1892.

Y decimos que es un gran desconocido, porque a mediados de los años 50 sus siete pabellones quedaron integrados en el cuartel del Tercio de Levante de Infantería de Marina, como edificios anexos.

El conjunto es de estilo ecléctico con elementos que ya anticipan el modernismo, que se va a imponer en la ciudad departamental a raíz de la construcción, cinco años más tarde, de la Casa Cervantes. 
En la parte inferior de la fotografía aérea se pueden observar
los pabellones, plenamente integrados en las instalaciones
militares del cuartel del Tercio de Levante de Infantería de Marina
(Fotografía: alcantara.forogratis.es)
Los pabellones más interesantes desde el punto de vista arquitectónico son los dos frontales y el principal, ubicado en el centro. 

Construidos de mampostería (aunque según puede verse en diversas fotografías han sido progresivamente revocados y pintados de blanco), con unos perfiles enmarcados y reforzados con ladrillos vistos que a su vez, y en combinación con diversas piezas cerámicas, decoran los edificios. La techumbre, muy inclinada y de teja plana, dispone de cornisas con contrafuertes de madera, diseño que tuvo mucha aceptación en las villas construidas en las afueras de Cartagena a caballo entre los siglos XIX y XX. 

Imagen de Casaú, en la que se puede observar las primitivas
instalaciones del cuartel, antes de que el Matadero, en la
parte izquierda de la imagen, quedase integrado en ella.
Postal de 1964 en la que se puede observar como todos los pabellones,
 excepto uno del frente, todavía mostraban su aspecto original

Postal de 1972 en la que ya se pueden observar que los dos
pabellones de la parte frontal habían sido revocados y pintados de blanco
Imagen reciente en la que ya se puede apreciar ya todos los
pabellones revocados y pintados de blanco
(Fotografía: alcantara.forogratis.es)
En fotografías antiguas se pueden observar las primitivas las puertas de acceso, que eran unos de los elementos más interesantes del conjunto y que, lamentablemente, han desaparecido. 

Llamo la atención sobre la ausencia de protección de estos pabellones, situación peligrosa ya que podrían sucumbir víctima de la piqueta en cualquier futura reforma del mencionado Cuartel. De hecho en las fotografías se puede observar que al menos las dos naves de los laterales han sido alteradas de forma significativa.

imagen aérea en la que se puede observar la alteración sufrida
por las naves laterales
Fuentes
  • Cegarra Beltrí, G. y Sánchez Espinosa, E. "Arquitectura Modernista en la Región de Murcia"
  • Pérez Rojas, F. J. “Cartagena 19874-1936 (Transformación urbana y arquitectura)”
  • Web almagro.forogratis.es
  • Web http://www.amigosdelamili.com/

viernes, 8 de diciembre de 2017

86.- FINCA DEL INGLÉS - Carretera E-16 desde Cuesta Blanca al Cedadero Km 1,4. Perín - Cartagena


Edificio principal que alberga al restaurante "Castillo del Pinar",
 proyectado por Francisco de Paula Oliver
Los edificios existentes en la llamada “Finca del Inglés” fueron levantados en una gran finca arbolada de pinos y con mucha vegetación, que en su día fue propiedad de la compañía inglesa “The Carthagena Mining and Water Cº Ltd”, que a principios del pasado siglo era la responsable de llevar agua a la ciudad de Cartagena, antes de que llegase el trasvase del Taibilla.

Inicialmente se levantaron los almacenes realizados en mampostería de piedra rústica de estilo gaudiniano, según proyecto de 1908 del arquitecto Tomás Rico, añadiéndose en 1912 la casa principal, construida como residencia veraniega del cónsul inglés, obra de Francisco de Paula Oliver, diseñada siguiendo el mismo estilo de los primeros edificios.



Conjunto de edificios diseñados por Tomás Rico
Así mismo los elementos del jardín como barandillas, escaleras, pérgolas y bancos, siguen el mismo aspecto primitivista que se funde con el árido entorno, según las pautas que el genial Antonio Gaudí había empleado en el Parque Güell, sin duda inspirador de esta obra.


Elementos del jardín
El edificio principal costa de dos plantas con terraza plana en el primer piso, sobre el que se levanta en uno de los extremos, un segundo cuerpo que se destaca como una torre. Todas las puertas y ventanas son de arcos rebajados y las esquinas de la construcción tienen contrafuertes rematadas por pináculos.

Con los años la finca pasó a ser propiedad del cónsul sueco en Cartagena, hasta el año 1975, en el que pasó a manos de la familia de los actuales propietarios.

Estas edificaciones han llegado milagrosamente hasta nuestros días en muy buenas condiciones de conservación ya que albergan desde 1982 al "Restaurante Castillo del Pinar", a cuyos propietarios, que hace unos años amablemente me permitieron el acceso a la finca para poder fotografiar los edificios, quiero agradecer sus desvelos por la conservación de esta original obra, muy poco conocida por los cartageneros a los que animo a que se acerquen a comer allí, y así poder admirar en persona estos interesantes edificios.

Fuentes
  • Cegarra Beltrí, G. y Sánchez Espinosa, E. "Arquitectura Modernista en la Región de Murcia"
  • Pérez Rojas, F. J. “Cartagena 19874-1936 (Transformación urbana y arquitectura)”
  • Web Restaurante Castillo del Pinar

sábado, 11 de noviembre de 2017

85.- CASA CERVANTES - C/ Mayor 11. Cartagena


La "Casa Cervantes" supuso la llegada del Modernismo a la ciudad de Cartagena, y por extensión a la provincia de Murcia, y fue el edificio que sirvió a Víctor Beltrí para convertirse en el arquitecto favorito de la elitista burguesía cartagenera. Realmente fue el primer encargo importante que recibió después de llegar a Cartagena. 


Ubicado en el nº 11 de la calle Mayor (originalmente en los nº 19 y 23 de dicha calle, y con entrada trasera por la c/ Bodegones 23), la casa se construyó entre 1897 y 1900, para residencia del capitalista minero D. Serafín Cervantes, propietario de la mina “El Porvenir”. El edificio está en el punto más visible de la, por entonces, principal arteria de la ciudad, ya que aprovecha un ligero recodo que hace esta calle. 

La “Casa Cervantes”, también conocida en su tiempo como la “Casa del Quijote”, al parecer por el comportamiento de su propietario, es una de las primeras y más importantes muestras del modernismo arquitectónico en Cartagena, y en él se combinan la naturaleza barroca y escultórica con el expreso deseo de evocar la importancia del emplazamiento y la adopción de un nuevo lenguaje iconográfico en los elementos decorativos. 

La fachada de estilo ecléctico consta de tres pisos y una planta baja. Esta última y el eje central están hechos de mármol blanco de Novelda. Las columnillas, embocaduras y guardapolvos son de piedra artificial y los muros de ladrillo. 


El edificio destaca por la impresión de dinamismo que imprimen los motivos decorativos y, especialmente, las columnillas y zapatas curvas que están concentradas en las cornisas. En la planta baja se puede hablar de una elaboración arquitectónica clásica. La fachada, que incorpora miradores blancos de madera en los extremos es eminentemente simbólica. 



En el frontón que remata la fachada se aloja un paquete de mercancías, una rueda dentada y un ancla; sobre el frontón, dentro de una gran palmeta, hay una cabeza femenina coronada; los motivos del frontón representan la Industria y el Comercio y, la cabeza coronada, el Progreso, aunque puede ser también un símbolo de la ciudad, Cartagena minera y marinera. 



En la planta baja, la espléndida puerta de entrada, probable obra de los hermanos Amaré, representa en sus hojas a Mercurio y a Minerva. La cabeza de Mercurio sobresale en un medallón. Fuera, entre acantos modernistas está el caduceo, una rama de laurel, un pico y una pala. El perfil de Minerva tiene como fondo alusiones a fábricas y pozos de minas. El progreso a través del trabajo, parece el trasfondo de todos estos rostros y objetos y, por encima de ello, el protagonismo del propietario en la vida de la ciudad y en su fomento del trabajo.




Los diversos motivos ornamentales de los guardapolvos, embocaduras y dinteles, especialmente en sus detalles florales y vegetales, son completamente modernistas. El conjunto de la fachada es de un cuidadísimo diseño y una exquisita ejecución, en la que intervienen conjuntamente con el arquitecto magníficos marmolistas, carpinteros y orfebres, dentro del más puro espíritu modernista, que propugnaba la integración de todas las artes aplicadas. El éxito indiscutible de esta obra le sirvió a Beltrí para abrirle definitivamente las puertas de la fama en Cartagena. 


La Casa Cervantes es la protagonista
de numerosas postales de Cartagena 
El edificio despertó una gran expectación en la ciudad, que no terminaba de comprenderlo. Así lo describía la Guía de Cartagena editada en 1902:

 “Entre los edificios que más llaman la atención, figura la casa de Cervantes y el domicilio de la sociedad “El Casino”; aquella es soberbia a primera vista, y más que una obra acabada de arte y prodigio de estilo determinado de arquitectura, debe apreciarse como exhibición deslumbradora de riqueza; los materiales acumulados son costosos, la profusión y variedad de adornos exceden a toda ponderación, pero falta una idea que presida a la construcción y agrupe y ordene los elementos dispersos.” 

Cabecera del número de la revista "Arquitectura y Construcción"
en donde se reproducía la Casa Cervantes
También llamó la atención fuera de Cartagena, siendo reproducido con elogios en el número 101, de 5 de mayo de 1901, de la revista “Arquitectura y Construcción”, que en aquellos momentos era la más prestigiosa revista especializada que se editaba en España. En ella figuraban reproducciones de la fachada y del conocido café-restaurante modernista, “Café-Restaurante de España” que se ubicaba en sus bajos, y que ya fue objeto de una entrada en este blog el 24 de febrero de 2015.

Reproducimos aquí el comentario y una de las ilustraciones que se publicaron en la citada revista “Arquitectura y Construcción”: 



“Casa particular llamada “de Cervantes”, en Cartagena
Arquitecto: Víctor Beltri

Por la Casa de Cervantes se conoce el soberbio edificio construido en la calle Mayor de Cartagena, obra del inteligente Arquitecto D. Víctor Beltri, del cual hoy insertamos autotipias en nuestra Revista. Si no conociéramos de sobra la elegante traza de nuestro compañero, bastaría el fijarnos en el conjunto de detalles en el presente número publicados, para de ello cerciorarnos. 

En la planta baja, construida con ricos materiales, está instalado un café, cuya decoración da idea clara del ingenio de su autor; y los pisos, aunque la casa esté dedicada a alquiler, están también ricamente decorados. En la escalera de honor, al igual que en la entrada principal acaso hay exceso de ornamentación y no sería mucho que este exceso perjudicara en algo a la unidad, que en tan alto grado se observa en las demás partes del edificio.

Dada la originalidad que en él se observa, la riqueza de materiales empleados, y destino por el que se ha construido, es lástima está emplazada en calle tan estrecha, debido a lo cual no permite buen punto de vista para dominarla y juzgar de momento sus proporciones y detalles. De todos modos la maestría de ejecución y el gusto en la combinación y proporcionalidad de masas, hacen que el conjunto del edificio resulte agradable, acreditando a su autor por su manera fácil en desarrollar los múltiples problemas afectos a una construcción de esta naturaleza. S.C.” 

Al menos hubo también otra reseña destacada en la prensa de Madrid, concretamente en el periódico “El Liberal” de 16 de Febrero de 1900, M. Peral García la elogiaba de la siguiente forma:

“La fachada es lo que se llama una gran obra monumental, que sólo puede realizarse teniendo en cuenta el entusiasmo y los muchísimos miles de duros que en ella ha puesto D. Serafín Cervantes. Ricos mármoles, maderas finas y pulidos bronces son los materiales que desde la robusta base hasta los recortados remates forman el hermoso y artístico conjunto, del que no puede darse idea con la pluma, por lo que la dará la fotografía en los periódicos ilustrados. Bien lo merece la excepcional importancia de la obra, famosa ya en toda esta provincia.”
 
Muchos años después los bajos de la “Casa Cervantes” fueron la sede de la llamada “cocinilla”, que daba comidas gratuitas a los niños pobres y a los indigentes después de la Guerra Civil. 

Del antiguo edificio sólo se conserva la fachada, ya que todo el interior fue remodelado para adaptarlo a las necesidades de una entidad bancaria. Actualmente es sede de la Jefatura de Zona del Banco de Sabadell, antigua CAM, que en 1994 procedió a restaurar e iluminar su fachada. En su interior se encuentra la biblioteca “San Isidoro”, una de las mejores de la ciudad. 

Del proyecto original, en el Archivo Municipal sólo se existe la Memoria, faltando los Planos del edificio. 

Retrato de D. Serafín Cervantes
publicado por primera vez por
Juan Ignacio Ferrández en su
ponencia "La Cartagena Modernista
1900-1916" del CIMAM 2016
Serafín Cervantes Contreras [Turre (Almería), 1850 – Cartagena,1928]

De origen almeriense, se sintió atraído por el resurgir de la minería en la zona de La Unión a finales del siglo XIX. Casado con la también originaria de Turre, Dª Rosario Cervantes Gallardo, amasó una gran fortuna gracias a los negocios mineros, llegando a ser propietario de la mina “El Porvenir”. Además del negocio minero, poseyó una fábrica de serrara madera y una fábrica de agua minero-medicinal, que comercializó con la marca "Asdrúbal" gracias a un manantial que poseía cercano al Barrio de la Concepción, una fábrica de electricidad llamada “Industrias Eléctricas” y otra de hielo, ambas en el Barrio de La Concepción. También distribuía el agua potable en ese mismo lugar.

D. Serafín se hizo con la propiedad de la Plaza de Toros de Cartagena en 1910 como regalo de Reyes para su nieto Serafín, quien le pidió una plaza de toros de las desmontables, nunca pensando que su abuelo le compraría una de verdad. Un año más tarde procedería a su remodelación, posiblemente realizada por el propio Beltrí.

En lo personal su vida fue bastante desgraciada, pues su nieto Serafín falleció con tan sólo 14 años en 1918, víctima de la epidemia de gripe, su mujer lo hizo en 1923 y su hijo Diego en 1927. Su nuera Bernarda Cánovas fue la persona que estuvo siempre con él hasta su muerte el 27 de Noviembre de 1928, y quien heredó todos sus bienes. Su cuerpo está enterrado en su localidad natal de Turre.
Panteón de la familia Cervantes en su localidad
natal de Turre (Almería), lugar en donde está
enterrado Serafín Cervantes
Quisiéramos agradecer una vez más a Jose Antonio Rodríguez (jarm) por permitirnos usar sus magníficas fotografías para ilustrar esta entrada, así como a Juan Ignacio Ferrández por el retrato de Serafín Cervantes.

Fuentes:

  • Cegarra Beltrí, G. "Adelante siempre. Arquitecto Víctor Beltrí y Roqueta (Tortosa 1862-cartagena 1935) 
  • Cegarra Beltrí, G. y Sánchez Espinosa, E. "Arquitectura Modernista en la Región de Murcia"
  • Ferrández García, J. I. "La "La Cartagena Modernista 1900-1916" CIMAM 2016
  • Archivo Municipal de Cartagena, Legajo CH01703 Exp.2
  • Periódico “Liberal” Madrid, 16 de Febrero de 1900.
  • Revista “La Ilustración Española y Americana” nº XVIII, 15 de mayo de 1899.
  • Revista “Arquitectura y Construcción”, nº 101 de 5 de mayo de 1901. 

domingo, 29 de octubre de 2017

84.- CASA DE FRANCISCO PÉREZ LAJARA - C/ del Niño Jesús 38. Yecla


Casa del Maestro de obras Francisco Pérez Lajara

Detalle de uno de los balcones
Como ya comentamos en la anterior entrada de este blog, correspondiente al antiguo Sindicato Agrícola de Yecla, el modernismo en esta localidad adquirió un tono local de la mano de diversos Maestros de obras locales, entre los que destacaron: Manuel Maruenda Ortuño, autor de la obra anteriormente citada, Fernando Ros Azorín y Francisco Pérez Lajara.

Este último estuvo activo en Yecla entre 1877 y 1923, y de él se conocen varias obras suyas de estilo ecléctico ("Edificio de calle de San Francisco 6", "Edificio de calle Ortuño 8"), siendo su obra más cercana al modernismo, la que fuera su propia vivienda, levantada en el nº 38 de la calle Niño Jesús de esta localidad.

En ella destacan el trabajo de carpintería y rejería en puerta principa, la ornamentación en el voladizo que remata la fachada a modo de acroteras, intercalando el remate de la continuación de los soportes y la decoración a base de ménsulas de piedra, en la parte inferior, y de yesería, en los márgenes de las balconadas de la primera y segunda planta. Unas pilastras enmarcan la fachada, rematadas e iniciadas con decoración vegetal.

Otra obra interesante suya es la Casa para Rogelio Azorin, de estilo ecléctico, ubicada en el nº 6 de la c/ San Francisco, esquina con la c/ San José. 

Casa para Rogelio Azorín

Fernando Ros Azorín, [Yecla, 1836 – Yecla,?], que también poseía la titulación de Perito Agrimensor por la Academia de Bellas Artes de San Carlos, ocupó el puesto de Maestro de Obras del municipio de Yecla durante bastantes años, cargo que compaginaba con la realización de diversas obras particulares.

Ros fue el autor de una buena parte de los edificios levantados en la ciudad entre finales del siglo XIX y principios del XX, en su mayoría de carácter ecléctico, aunque al parecer también realizó alguna tímida incursión en el modernismo. Entre otras obras reformó la plaza de Abastos y realizó un proyecto para un nuevo cementerio, que no llegó a llevarse a cabo. 

Su edificio más interesante es la Casa de Clodoaldo Giménez en el nº 4 de la c/ de la Corredera, realizada en estilo modernista-ecléctico.

Se trata de un edificio de viviendas de tres plantas, en cuyos bajos se instalaron una carnicería, y posteriormente una tienda de ultramarinos, siendo sus elementos más destacados las sinuosas embocaduras de los huecos con ornamentaciones antropomorfas femeninas en los balcones de la primera planta, y vegetales en las ventanas de la segunda planta. 

Digna de mención es la sencilla puerta de acceso, con detalles modernistas en la parte superior. Corona el edificio un gran alero de madera con aplicaciones cerámicas. Tiene protección de grado 2, estructural.


Casa de Clodoaldo Giménez
(Fotografía: Valentí Pons Toujouse)

Puerta de la casa de Clodoaldo Giménez 
(Fotografía: Valentí Pons Toujouse)
El cementerio de Yecla es un poco decepcionante ya que apenas hay alguna obra digna de ser destacada. 

Entre ellas sobresale el mausoleo levantado en 1905, para el que fuera Teniente Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Valencia, D. Pascual Ibáñez Galiano, en el que un ángel andrógino porta un letrero con el nombre del difunto. 

Dicho panteón, propiedad de la familia Herrero, carece actualmente de protección. Lamentablemente el ángel ha perdido ya la punta de una de sus alas. 

Mausoleo de Pascual Ibáñez Galiano en Yecla
Este modelo de ángel lo hemos encontrado también en la localidad albaceteña de Tobarra, en el mausoleo de la Familia Velasco.

Mausoleo de la familia Velasco en Tobarra (Albacete)

Firma del escultor Nebot en el pedestal de mausoleo de Yecla
El autor de estas obras fue el escultor Miguel Evaristo Nebot Orta, propietario de una empresa que trabajaba mármol, piedra y ónix, que tenía con casa central en Monóvar (Alicante), delegación en Macael (Almería) y agencias en diversas poblaciones de España, e incluso en París. 

Posteriormente Nebot creó la empresa "Marmolera Alicantina", con domicilio también en la misma localidad de Monóvar.

Durante la Guerra Civil la empresa quedó destrozada por los evacuados que se instalaron en ella. A pesar de ello logró rehacerla, y siguió trabajando hasta que en los años cuarenta fue vendida, pasando de unos propietarios a otros, hasta que finalmente cesó en su actividad.

Además de estos mausoleos, Nebot realizó diversas e interesantes obras en las provincias del sureste español, destacando la llamada "Fuente de las Ranas" de Albacete.

Fuentes 
  • Cegarra Beltrí, G. y Sánchez Espinosa, E. "Arquitectura Modernista en la Región de Murcia"
  • Delicado Martínez, F. J. “Palacetes urbanos y edificios de viviendas en Yecla durante la primera mitad del siglo XX”. http://www.yeclanoausente.es/
  • Delicado Martínez, F. J. "Yecla, ciudad y arquitectura"
  • Moreno Atance, A. M. “Los cementerios contemporáneos de Yecla y su
  • arquitectura” Revista de estudios yeclanos Yakka Nº 12 (2002) Yecla (Murcia), 2002
  • Muñoz López, J. “Yecla. Memorias de su identidad”. Excmo. Ayuntamiento de Yecla. Yecla, 2009

martes, 17 de octubre de 2017

83.- ANTIGUA CAJA DE AHORROS DE YECLA - C/ España 14. Yecla


El modernismo en las ciudades del altiplano de la Región de Murcia sigue unos modelos estilísticos propios, bastante alejados de los ejemplos existentes en Cartagena, o Murcia.

De hecho las principales obras son fruto del diseño de maestros de obras locales, o incluso de algún arquitecto foráneo, como es el caso del catalán Joan Alsina, en la Casa de Doña Pepita en Jumilla, siendo prácticamente inexistentes las intervenciones de los arquitectos más prolíficos del modernismo cartagenero o murciano. 

Uno de los edificios más interesantes de la ciudad de Yecla es el que se encuentra ubicado en el número 14 de la calle de España de esta localidad, y que actualmente sirve de sede al Banco de Sabadell, tras haber estado durante muchos años en manos de la extinta CAM. 

Se trata de una obra de ecléctica con numerosos detalles modernistas, realizada entre 1915 y 1918, para que fuese la sede del Sindicato Católico Agrario por encargo del que por entonces era su presidente, el juez D. Rogelio Azorín Navarro [Yecla?, 1872 – Yecla?, 1927]. Este personaje, además de abogado, fue un destacado político liberal de la tendencia liberal-radical romanonista, que llegó a ocupar el cargo de concejal en el ayuntamiento. Su interés en mejorar y modernizar esta ciudad fue reconocida por sus vecinos años más tarde con la dedicación de una de sus calles a su memoria.


Remate del edificio en el que se puede constatar la 
pertenencia de la primitiva caja al Sindicato Agrícola
(Fotografía original publicada en el mencionado "Libro del Ahorro" )
Como puede observarse han desaparecido de la 
cartela del remate todas las inscripciones primitivas
Pronto el edificio albergó también a la sede de la "Caja de Ahorros de Yecla", dependiente de la mencionada organización agraria. La historia de esta caja aparece explicada en el "Libro del Ahorro" editado en 1929 por la propia entidad bancaria, texto que fue publicado por Toni Gil en su blog "La Terreta":

“El Sindicato Católico Agrario y Caja Rural de Ahorros y Préstamos de Yecla tiene un magnífico edificio de su propiedad que mide una superficie de 700 metros cuadrados, situado en el sitio más céntrico de la población, en donde están instaladas espléndidamente todas las oficinas, Bibliotecas, Escuelas, Sección Caja Rural de Ahorros y Préstamos, Patronato Social de la Juventud Católica, Exposiciones de Maquinaria de todas clases y Enología, Cooperativas de compraventa, Salones de recreo, etc. Consta de planta baja y principal, con dos fachadas, patio central y dependencias, con luz directa y ventilación en todos los departamentos”.

“La Caja de Ahorros y Monte de Piedad se instaló primitivamente en un reducido saloncito del desaparecido café de Roses, donde hizo su primera operación el 25 de julio del año de su fundación. El pequeño local en que principió a funcionar fue cedido gratuitamente por el dueño del edificio… Como las operaciones fueron en progresión ascendente, el reducido local en que se instaló esta benéfica institución fue bien pronto insuficiente para su desenvolvimiento, y ansiando otro mayor que no fuera oneroso para ella, se consiguió un salón grande del antiguo Hospital de Caridad, que el Ayuntamiento cedió… Posteriormente… se trasladó a la casa número 8 de la calle de D. Juan Ortuño, pagando por primera vez un alquiler de 60 pesetas mensuales, hasta que últimamente, después de vencer dificultades de diverso orden se consiguió construir el edificio propio que hoy ocupa la institución, que constituye un galardón para Yecla, y en el cual han vertido los artistas yeclanos la ubérrima ánfora de su ingenio”.


El edificio es obra del Maestro de Obras local Manuel Maruenda Ortuño, que contó con la colaboración de diversos artesanos yeclanos, entre los que destaca el ebanista José Villanueva, autor de la inmensa y magnífica puerta de acceso (de lo mejor del edificio), exquisitamente tallada con motivos alegóricos y en la que combina a la perfección madera tallada, hierros de forja y cristales.



Detalle de la cabeza de león con la leyenda "AÑO 1915"
Esta entrada monumental bajo arco de medio punto, con motivos incisos de estilo modernista, está rematada en su parte superior por la cabeza de un león bajo el cual figura la inscripción "AÑO 1915". Este diseño ennoblece y le da un aire señorial y palaciego a todo el edificio.





Una vez traspasada dicha entrada, se accede a un amplio zaguán que conduce a una sala destinada a oficinas y transacciones financieras, con columnas metálicas procedentes de la "Fundición Aznar" de Alicante.

De gran efecto es la escalera marmórea y de doble tramo, con pasamanos de madera y herrajes en la barandilla con ornamentos florales, que desde el vestíbulo conduce a la planta noble, donde resalta la propia caja de escalera con profusa decoración de relieves en estuco. 

Digno de mención es el salón de actos, que desde 1961 acoge el Aula de Cultura "Azorín", destinado a eventos culturales, con una rica moldura de estuco en el techo con decoración de piñas sobre cuadrados.

La fachada está revestida de azulejos vidriados de color verde que nos recuerdan a otros edificios de la zona del levante valenciano. Dividida en tres cuerpos, se estructura en cinco huecos en la planta baja, y en seis en el primer piso, que queda presidido en el centro por un gran balcón corrido y abalaustrado, de pronunciado vuelo, que está sustentado por dos ménsulas que representan a sendas figuras femeninas de diseño plenamente modernista, de pelo ondulante adornadas con llamativos collares, y con tres flores que se abren sobre su pelo. Los ventanales laterales de la planta baja, también de medio punto, repiten en su remate el motivo de la cabeza de león.



Los balconcillos laterales del primer piso tienen unos interesantes antepechos de obra, de gran sabor modernista con diseño a base de espigas de trigo, racimos de uva y pámpanos. 


En el ático cuatro óculos calados situados en los laterales, escoltan al escudo de la institución, siendo finalmente rematado por una balaustrada y una cartela que integra el escudo de la ciudad de Yecla. 

El edificio se encuentra en buen estado de conservación y, afortunadamente, tiene un Grado de Protección Integral 1.

Fuentes
  • Cegarra Beltrí, G. y Sánchez Espinosa, E. "Arquitectura Modernista en la Región de Murcia"
  • Delicado Martínez, F. J. "Palacetes urbanos y edificios de viviendas en Yecla durante la primera mitad del siglo XX" 
  • Gil, T Blog La Terreta "Un edificio en Yecla



sábado, 23 de septiembre de 2017

82.- CASA DEL CURA - Plaza de la Constitución, s/n. Ulea


La denominada "Casa del Cura", también conocida como "Casa de París" o "Casa Eiffel", en Ulea, es una de las construcciones más extrañas que existen en la Región de Murcia, y que no deja indiferente a nadie que la ve.

En efecto, cuando uno cruza esta pequeña localidad del Valle de Ricote de pronto se topa de frente con este interesante edificio levantado junto a la iglesia parroquial de San Bartolomé y el edificio del Ayuntamiento, justo en el centro del pueblo.

Su estilo es muy difícil de definir, entre ecléctico y modernista, con unos curiosos torreones rematados por agujas piramidales recubiertas de chapa de zinc, que le dan un cierto aire medieval.

El edificio tiene dos entradas a diferentes altura: una a nivel de la calle y otra a la altura de la iglesia, que se encuentra ubicada en una zona elevada.


De ejecución un tanto tosca en sus detalles y adornos, parece obra de algún maestro de obras, que bien pudo basarse en algunos planos o bosquejos que le entregara su propietario o la edificara siguiendo las instrucciones de un señor francés que se alojaba en casa del propietario.


José Ríos Torrecillas
[Ulea?, ? - Ulea, 1930]
El edificio fue mandado construir entre 1910 y 1912 por D. José Ríos Torrecillas [Ulea?, ? - Ulea, 1930], para uso particular, como vivienda familiar.

El señor Ríos poseía un puesto de frutas en el mercado central de París, y se comenta que en uno de sus viajes a Francia contactó con Alexandre Gustave Eiffel [Dijon, 1832 – París, 1923], y que la relación entre ambos fue tal que, a invitación de Ríos, el ingeniero francés llegó a pasar algunas temporadas en el Balneario de Archena.

Alexandre Gustave Eiffel
[Dijon, 1832 – París, 1923]
Reproduzco íntegramente la historia de la relación entre Ríos y Eiffel, tal y como la cuenta el Cronista Oficial de Ulea, D. Joaquín Carrillo Espinosa:

"Según testimonios, era tal la fama de las frutas de Ulea, que llamó, poderosamente, la atención de los consumidores franceses, entre ellos,
Eiffel.

Gustave Eiffel, con achaques reumáticos, debido a su avanzada edad, se hizo asiduo comprador de las naranjas y limones uleanos, y entabló gran amistad con José Ríos.

Al contarle sus continuos dolores articulares- que no se amainaban con los medicamentos que le prescribían, los más afamados médicos franceses-, le habló de los beneficios que se obtenían, recibiendo los baños termales de un Balneario, próximo a Ulea.

Al comprobar que D. Gustave “le tomó oído”, a las propiedades de dichas aguas minero-medicinales, le invitó a que pasara una temporada en Ulea y, desde allí, puesto que distaba cuatro kilómetros del Balneario ir, diariamente a tomar dichos baños.

No lo dudó, ni un momento, y de inmediato le dijo que lo iba a intentar ya que los dolores eran incesantes y, cada vez, se encontraba más incapacitado. Tal fue la determinación que tomaron, que los años 1910,1911 y 1912, fue inquilino de D. José Ríos, en su casa de Ulea, “junto a las cuatro esquinas”. Desde allí, se trasladaba, en la calesa-tartana del empresario uleano, diariamente, a los Baños de Archena, acompañándole como amigo y calesero.

Trabaron tal amistad, que le propuso hacer un proyecto, para construir una casa en Ulea, que llevara la impronta de su estilo arquitectónico, mundialmente conocido, por su Torre de Hierro de la Exposición Universal de París; verdadero icono parisino.

Dado que el ingeniero Alejandro Gustavo Eiffel, vivió entre los años 1832 y 1923 y la construcción de la casa de Eiffel, en Ulea, fue entre los años 1910 y 1912, se da la certeza, absoluta, de que el proyecto del edificio, fue obra personal y no de sus discípulos, como se había especulado"

Para los escépticos que crean que esta historia es imposible, debemos aclarar que Eiffel realizó numerosos trabajos en España: puentes de la líneas de ferrocarril de Girona, Cáceres, Asturias, Galicia y León; puente del Muga; puente acueducto de Milagro; entrada de Port Bou; pasarela sobre el Güell en Girona; estaciones de Ferrocarril de San Sebastián, Santander y Almería; naves de los Talleres de Villaverde en Madrid; naves del Barranco en Sevilla o las naves del Centro Industrial de Peñarroya en Córdoba.

La presencia del Ingeniero en la Región siempre ha estado rodeada de un áurea de leyenda, habiéndosele atribuido, además de este edificio uleano, diversas obras tales como el "Ateneo Cultural" de Mazarrón, la cúpula ochavada de hierro que remata la "Casa del Piñón" en La Unión, o incluso el mismísimo Mercado de Abastos de esta localidad, obra de Víctor Beltrí y Pedro Cerdán perfectamente documentada.

Ríos, que llegó a ser alcalde de esta localidad entre 1924 y 1928, vendió la vivienda a un primo suyo, quien a su vez efectuó un trueque con la Iglesia, de una vivienda de su propiedad sita en la calle de Alfonso XII.

Desde ese momento a la casa se le denominó "Casa del Cura", siendo residencia durante años del párroco, por lo que recibió también el nombre de Casa Parroquial.

El 10 de julio de 1980 Patrimonio Cultural y Artístico de Murcia decide su restauración, de la que se ocuparon los arquitectos Iracheta y Santa Cruz, rehabilitación que finalizó el 28 de diciembre de 1985. 

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