sábado, 30 de mayo de 2020

130.- ANTIGUO LABORATORIO "FARACO" - C/Tetuán, 25. La Unión


Al amparo del resurgir de la minería en la Sierra de La Unión, surgieron diversas industrias y negocios auxiliares, como por ejemplo el Laboratorio de minerales "Faraco", cuya función era analizar su riqueza en plata u otros metales del mineral que se extraía de las minas. Este establecimiento fue fundado en 1896 por el licenciado en Ciencias Químicas y farmacéutico D. Francisco Munuera Arnáez [Librilla, ? - La Unión, 1928]. 

A partir de ese primer laboratorio, cuatro generaciones de analistas han continuado la tradición, dedicándose actualmente la empresa a realizar también análisis relacionados con la salud y el medio ambiente.

En 1903 Pedro Cerdán proyectó los nuevos locales del laboratorio, ubicados en una calle paralela a la céntrica calle Mayor de La Unión.

Es un magnífico ejemplo del repertorio de este arquitecto, en el que se pueden apreciar numerosos detalles de los elementos usados repetidamente en sus edificios, tales como: discos planos, tres "claves" incisas a ambos de las embocaduras de las ventanas, grupos de líneas paralelas.., sin que falten también detalles art nouveau como latiguillos o coup-de-fouet.


Por desgracia el edificio está abandonado desde hace muchos años, y a pesar de estar catalogado y protegido con Grado 3, su conservación es lamentable, encontrándose en un avanzado estado de deterioro que exigiría una intervención urgente si no se quiere perder un buen ejemplo del modernismo que hubo en esta localidad minera, cuyo valor excede del puramente ornamental, ya que es un ejemplo único de industria relacionada con la minería, por lo que merece la pena ser conservado.



domingo, 10 de mayo de 2020

129.- EDIFICIO MARTÍNEZ VERA - C/ del Carmen, 76. Cartagena


Al final de la céntrica, y ahora peatonal, calle del Carmen de Cartagena, en la que posiblemente se encuentre concentrado el mayor número de edificios eclécticos y modernistas de la ciudad, se encuentra este inmueble que muchas veces pasa casi desapercibido, eclipsado por la magnífica Casa Dorda de Víctor Beltrí, que se encuentra situada justo en la acera de enfrente.

Durante muchos años, y desde que F. J. Pérez Rojas así lo publicó, se pensó que era obra de Víctor Beltrí, hasta que años después los propietarios del edificios sacaron a la luz los planos originales del edificio, que todavía no se han encontrado en el archivo municipal, que demostraron la autoría del arquitecto Tomás Rico.

Construido para el arrendatario de consumos de la ciudad, D. Joaquín Martínez Vera, en la temprana fecha de 1899, en un incipiente estilo modernista con reminiscencias eclécticas, es elegante y austero en su decoración gracias en buena parte, al perfecto empleo que hace Rico del color, al combinar el rojo de los ladrillos con el blanco de la piedra. 

El edificio consta de tres plantas más bajo, y se articula en tres ejes centrales flanqueados en los extremos por dos hileras de tribunas que se prolongan a lo largo de las tres plantas.



Los pisos de los balcones tienen bovedillas curvas y la decoración se reduce a unos bonitos motivos vegetales que probablemente representando cardos, hechos en piedra imbricados en la construcción de las dos primeras plantas. En los entrepaños de la última planta los motivos vegetales cambian de diseño, combinado con una serie de hojas situadas bajo el alero que recorren la fachada de lado a lado.


No hay ningún tipo de decoración que adorne guardapolvos o embocaduras, siendo su elemento diferenciador el que el arquitecto utiliza piedra en los dinteles formando un mismo bloque con el piso de los balcones, en una forma bastante original y que apenas puede observarse en otros edificios de la provincia. El piso bajo es de piedra almohadillada. 



El edificio se encuentra en buen estado de conservación aunque como puede observarse al comparar fotografías antiguas y modernas, se puede ver como se ha cambiado el color de las tribunas laterales que ahora se han pintado de blanco y que originariamente eran oscuras.

Quisiera dar las gracias una vez más a José Antonio Rodríguez @jarm, por permitirme utilizar una de sus magnífica fotografías para ilustrar esta entrada.