miércoles, 10 de noviembre de 2021

140.- CLUB DE TENIS DE CARTAGENA - C/ Pintor Balaca, 11. Cartagena

Imagen de la sede social del Club de Tenis recién terminada

Estamos a principios de siglo y la moda por la práctica de nuevos y extraños deportes, en su mayoría de origen británico, se extiende por todo el país siendo el foot-ball el que más éxito tiene entre la juventud. 

Cartagena contaba por aquel entonces con una numerosa colonia extranjera, entre la que abundaban ingleses, que también introdujeron estos deportes entre la burguesía de la ciudad. Según parece las primeras referencias al tenis (lawn tennis, como se llamaba por entonces) en la ciudad departamental datan de abril de 1906, cuando aparece en la prensa la noticia de unos partidos que se jugaron en la plaza de toros. 

Un año después el consignatario de buques de Cartagena, Pedro Juan Serrat Andreu, instalaba su propia pista de tenis en su finca de la pedanía de Perín, al parecer a instancias de un grupo de extranjeros que habían venido a Cartagena para la puesta en marcha de la fábrica de explosivos de Santa Lucía.

No obstante, tuvieron que pasar casi veinte años desde que se empezó a jugar en la finca de Serrat para que este grupo de aficionados formalizara la adquisición de un solar que ocupaba de 2.701 m2 en la parcela nº 20 de la Compañía del Ensanche.

Guillermo Leverkus
Guillermo Leverkus
Francisco H. Leathley Holt
F. H. Leathley Holt
Se creó así la sociedad "Cartagena Lawn Tennis Club", con 15 socios fundadores, encabezados por el ingeniero británico Guillermo Leverkus, gerente de la compañía inglesa de aguas, “The Carthagena Mining and Water Co. Ltd.”, primera gran compañía de aguas que canalizó agua potable hasta esta ciudad, y que fue fundada por su padre Otto Leverkusn, en cuya finca de Perín tenía también otra de las primeras pistas para practicar este deporte. 


Fue nombrado primer presidente del club, el también ingles, Francisco Harry Leathley Holt, propietario minero que residía en la "Finca Casablanca" en el barrio de Los Dolores. 

En el Club hay actas del año 1925, durante el mandato del alcalde Alfonso Torres, que recogen el acuerdo municipal de la comisión permanente, presidida por el teniente de alcalde José Mediavilla, autorizando con fecha 30 de Octubre, la construcción del "Campo de Tennis", contando con el visto bueno del arquitecto auxiliar Víctor Beltrí, que era a su vez el autor de dicho proyecto. 

Beltrí se encontraba por aquel entonces en una etapa de transición, en la que había dejado atrás el modernismo, y sus obras se movían entre el novecentismo, y un incipiente art-déco dentro de la variante "maquinista" o "streamline", estilo por el que se decantó a la hora de diseñar el edificio que albergaría el club social.

El edificio, también conocido entre los socios como "La Bombonera", es un chalet con dos torrecillas situadas a cada lado del cuerpo central, con interesantes puertas de acceso independientes sobre las que figuran sendos escudos del club de cerámica de gran tamaño. La parte central está dotada de amplios ventanales que dan a las pistas, estando coronada por un altillo que da a una gran mirador semicircular rematado por las clásicas barandillas de tubo de mucho edificios art-déco, y que es muy similar a la que el arquitecto diseñaría unos años más tarde para la casa de veraneo de su hijo Guillermo en Los Urrutias, el "Hotelito Azul". El Club contaba con servicio de cafetería y salón de tertulias.

Comparación del Club de Tenis de Cartagena y el Hotelito Azul de Los Urrutias

La construcción del club social fue realizada por la empresa de Pedro Marín Sánchez, constructor de La Unión afincado en Cartagena, que realizó numerosas obras para Beltrí, y que usaba la imagen del Club, junto a la de otros edificios construidos por él, para sus anuncios publicitarios

Anuncio publicitario a doble página del constructor Pedro Marín.
Enmarcado en un círculo el Lawn Tennis

A pesar de los años transcurridos, y al contrario de lo que ha ocurrido con la mayoría de las construcciones primeras del Ensanche, el edificio social del Club se sigue manteniendo en pie y con un estado de conservación bastante aceptable, confirmando, una vez más, que el uso es lo que hace que los edificios pervivan en el tiempo. 

Aspecto actual de Club de Tenis
(Fotografía extraída de la página de Facebook del Club de Tenis Cartagena)

Fuentes


martes, 19 de octubre de 2021

139.- PANTEÓN TORRES PIÑERA - Cementerio del Santísimo Cristo del Consuelo. Cieza

Uno de los panteones modernistas más interesantes que existen en la Región de Murcia se encuentra ubicado en la localidad de Cieza, lo que no deja de sorprendernos puesto que esta localidad existen muy pocas obras que podamos encuadrar dentro de esta corriente artística.


Semiescondido entre otros enterramientos eclécticos, este panteón enseguida llama la atención por las dos figuras femeninas aladas (¿ángeles?), que aparecen a ambos lados de la puerta de acceso, que lloran desconsoladamente apoyadas sobre una especie de columnas, en cuya base hay un par de extrañas figuras de animales, que parecen perros famélicos, que se están peleando. Un mechón del pelo de sus cabellos cae sobre la columna, lo que podría tener un significado simbólico, como más adelante detallaremos. 


El panteón, de reminiscencias
sezessionistas, está rematado por una gruesa cruz de piedra adornada, en su parte superior, por numerosos frutos de amapolas. Una cancela de hierro cierra la puerta de acceso, que queda oculta por una persiana que impide ver la propia puerta y el interior del panteón.




Julio Carrilero Prat

Este monumento funerario fue, al parecer, el primero que fue proyectado por un arquitecto en Cieza, concretamente por Julio Carrilero Prat, autor también del Mercado de Abastos de esta localidad, y fue un encargo de José Torres Piñera, constructor ciezano más conocido como "Pepón", que a su vez también fue el constructor de dicho Mercado. 

Puede ser que fuese realizado a finales de la década de los veinte del pasado siglo, coincidiendo con la construcción del mencionado mercado entre 1927 y 1929, fecha de su inauguración.

José Torres Piñera
En cuanto a las esculturas, nos inclinamos a pensar que proceden del taller del escultor murciano Anastasio Martínez, probablemente ejecutadas por su hijo Nicolás. 

El motivo de esta atribución está en las extrañas figuras de la base de las columnas, cuyo motivo también los podemos ver en otras obras de la familia Martínez, como en el friso del patio pompeyano del Casino de Murcia, o en los capiteles de las columnas de la planta baja de la Casa Peña en la Plaza de Belluga, también en Murcia, en las que se muestran a dos dragones peleándose, ignorándose cual sería su significado simbólico. Además tenemos constancia documental de diversas intervenciones del taller de Anastasio en la localidad de Cieza, incluyendo diversos panteones.

Detalle del Panteón Torres Piñero

Detalle de un capitel de la Casa Peña

Casa Peña (Murcia)

En cuanto a las figuras, tal vez su significado esté ligado a un trágico hecho que acaeció en la familia, y que narraba así el diario "El Liberal" de 13/7/1904: 
 

Al parecer el constructor José Torres Piñera finalmente no fue enterrado en este panteón, pero probablemente si que lo estén sus hermanas, así como otros familiares.

Quisiera agradecer a la guía local Yolanda Riquelme https://www.facebook.com/yolanda.riquelmemarcos por toda la información aportada que nos ha permitido conocer la autoría y el nombre del propietario del Panteón, así como a María Luisa Martínez León, bisnieta de Anastasio Martínez, por la información proporcionada sobre la actividad de sus familiares en Cieza.

Las imágenes de Julio carrilero y José Torres han sido extraídas del documental "INFOCIEZA Video sobre Cieza 1929 - Bajada Santo Cristo inauguración del Mercado de Abastos".

miércoles, 14 de julio de 2021

138.- "HUERTO DE LA TORRETA" O "LA TORRETA DE BELTRI" - Camino de la Torreta (o de los Molinos) s/n. Mortí -Totana

A principios del siglo XX se puso de moda entre la clase más pudiente cartagenera, el construir casas de campo en las afueras de Totana, más conocidas como “huertos”, en donde pasar los periodos estivales a los pies de Sierra Espuña, buscando un entorno más saludable que el que había en Cartagena, a la vez que huían del bochorno de los veranos. 

Entre todos ellos destaca el llamado “Huerto de la Torreta”, también conocido como “Huerto de Santa Florentina”, construido inicialmente para Ángel Aznar Pedreño, uno de los hijos de Justo Aznar y Butigieg. La familia Aznar era originaria de Totana, lugar en donde poseían diversas propiedades, aunque estaba afincada habitualmente en Cartagena. 

Levantado en el corazón de los llamados “huertos” de Totana, posee infinidad de detalles constructivos y decorativos que nos evocan la obra del arquitecto Víctor Beltrí, que ya había trabajado anteriormente para la familia Aznar en Cartagena. Concretamente en 1906 había proyectado la reforma de una vivienda propiedad de mismo Justo Aznar y Butigieg en la c/ Carmen 29. Esta atribución a Beltrí, no hemos podido documentarla ya que en el Archivo Municipal de Totana no se conserva el proyecto original.

Detalle del arranque de la escalinata exterior,
muy en la línea de otros edificios de Beltrí


Sabemos por nuestra familia que mis abuelos Guillermo Beltrí Villaseca, hijo del arquitecto, y su esposa Mª Dolores Carreño, tras la celebración de su boda en junio de 1927, se trasladaron a vivir a Totana, lugar en donde permanecieron hasta que el 28 de marzo de 1929 Guillermo fue nombrado aparejador municipal de la ciudad de Murcia. De su breve periodo en Totana tenemos constancia de que estuvo activo ejerciendo como aparejador por algún proyecto existente en el archivo municipal.

Pensamos que Víctor Beltrí debió de recibir el encargo de la reforma del Huerto de la Torreta, gracias a la relación con su consuegro José Carreño, ya que este era apoderado de la representación de la Compañía Arrendataria de Tabacos en la provincia de Murcia, cuya titularidad ostentaba precisamente Justo Aznar y Butigieg, además de su administrador. 

Al serle imposible al arquitecto desplazarse a Totana para dirigir las obras, ya que por entonces ocupaba el cargo de arquitecto municipal auxiliar de Cartagena, debió enviar a su hijo Guillermo, que hasta entonces había trabajado con su padre en edificios como la "Casa de Misericordia" y el "Asilo de Ancianos", para que hiciera esta tarea. Por tanto, la reforma debió de realizarse casi con toda seguridad en 1928, lo que concuerda con la información que me facilitaron los actuales propietarios.

Se trata de un edificio de dos plantas de estilo ligeramente sezesionista, en cuyas fachadas el arquitecto juega, una vez más, con la bicromía blanca y roja. El cuerpo principal tiene adosada una torre (de ahí su nombre) de planta pentagonal irregular, en la que se encuentra situada una preciosa escalera, en cuyas ventanas destacan unas modernas y coloridas vidrieras a base de círculos y hexágonos cercanas al art-déco, probablemente obra de la prestigiosa empresa de Barcelona “Rigalt, Granell & Cia”. 

La citada torre se remata por un belvedere coronado por un original chapitel metálico a cuatro aguas, sustentado en cada lado por columnas metálicas fabricadas por “La Maquinista de Levante”, según sellos que figuran en las bases, con originales capiteles sobre los que se elevan arcos trilobulados de aire islámico. 

A la terraza de la torreta se accede por una escalera que parte desde el exterior de la planta superior. 

Templete sustentado por columnas de fundición de estilo neoárabe

Escalera de acceso a la terraza del templete

Capitel de hierro fundido de una de las columnas del templete

Sello de "La Maquinista de Levante" en los pies de las columnas del templete




Detalles de la escalera



Coloridas vidrieras de la escalera

En la planta baja del edificio principal se ubicaban cocinas y salones, mientras en la primera estaban los dormitorios. En muchas de las estancias se pueden encontrar todavía los azulejos originales, que muestran diversos diseños de estilo muy variados, tanto modernistas como art-decó

Hall de distribución recubierto de azulejos


Este modelo de azulejo localizado en uno de los baños,
es fácil encontrarlo en numerosos edificios de Beltrí,
siendo casi como una firma de sus obras




También se conservan suelos hidráulicos y algunos muebles originales. 



Espejo modernista en el que se ve reflejada la
imagen de la escalera de acceso al templete

Curioso "Don Pedro" de diseño modernista

Detalle "coup de fouet" de uno de los techos

Hace unos años se procedió a realizar una cuidadosa y respetuosa restauración para convertirlo en establecimiento hotelero. 

Últimamente ha cambiado la propiedad del inmueble, y tras una nueva remodelación, ha decidido cambiar su denominación pasando a llamarse Restaurante “La Torreta de Beltrí”, como homenaje a sus creadores, padre e hijo: Víctor Beltrí y Guillermo Beltrí.

Justo Aznar y Butigieg [Totana, 1849 – Cartagena, 1915], fue un miembro muy destacado de la familia Aznar, junto con su hermano el también político y militar Ángel Aznar, del que ya hablamos en su día en este blog cuando hablamos de su Panteón en Totana. 

Justo Aznar estaba afincado, y tenía propiedades e intereses en las localidades de Cartagena y Totana, siendo uno de los grandes personajes de la política de la época.

Ingresó en el Arma de Infantería como Cadete a la edad de 14 años. Se distinguió pronto por sus acciones en Andalucía y Murcia, interviniendo activamente en la contención de la insurrección republicana de Beniaján y Torreagüera, el levantamiento cantonal, así como en acciones contra varias partidas carlistas.

En 1877, y cuando ostentaba el cargo de Capitán, decide abandonar la vida militar con motivo de su matrimonio con Ana Pedreño (hija del industrial Andrés Pedreño, una de las fortunas de la Cartagena de la época), para pasar a dedicarse a los negocios, la banca y la política.

Monárquico y liberal, ocupó numerosos cargos políticos y públicos, tales como: Diputado; Senador; Presidente del Consejo Provincial de Fomento; Comisario Real; Jefe Superior de Administración Civil; Gentil hombre de Cámara de Su Majestad con ejercicios; Cónsul de Austria y Hungría en Cartagena; representante depositario de la Compañía de Tabacos en Murcia; Presidente del Ateneo de Cartagena, etc.

Fuentes

  • Archivo Municipal de Cartagena. Legajo CH00487 Exp. 5427.
  • Cánovas Mulero, J. "Los huertos de Totana, un seductor entorno donde anida el azahar". https://blogs.laopiniondemurcia.es/palmo-a-palmo. 13/08/2020.
  • Cegarra Beltrí, G. y Lario Romero, M. J. "Orientalismos en la Región de Murcia" 2021 (sin publicar). 
  • Cegarra Beltrí, G. y Sánchez Espinosa, E. Arquitectura Modernista en la Región de Murcia”. Libros Mablaz, Madrid, 2012.
  • Revista "Los Senadores". Revista política y parlamentaria 15/02/1900.
  • Testimonio familia Ángel Aznar (Jaime Gray Aznar)
  • Testimonio familia Beltrí
  • Testimonio sobre la fecha de construcción facilitada por Almudena Soubrier


domingo, 4 de abril de 2021

137.- CASA DE LOS MARTÍNEZ DE MIGUEL (desaparecida) – Alameda de Espartero 18, 20 y 22 - Alameda de Zumalacarregui, Lorca

La Avenida de Juan Carlos I, considerada como la principal arteria urbana de la ciudad de Lorca, flanqueada hoy en día por elevados modernos edificios, fue en otro tiempo una alameda que nació en el siglo XIX como ensanche de la ciudad, durante el mandato del Alcalde D. Pedro Lapuente.

A principios de 1872 un acuerdo municipal decidió que esta vía pública, que “arranca desde las alfarerías situadas junto al río Guadalentín y termina en el Óvalo de Santa Paula se la denomine del Duque Príncipe de Espartero”, aunque coloquialmente se la conocía como Alameda de Espartero.

Este ensanche de la ciudad, con firme de tierra y bordeado de grandes árboles acogió las más importantes residencias privadas de la localidad, conservándose hoy en día únicamente el “Huerto Ruano”.

Otros palacetes que se ubicaron en torno a esta Alameda fueron la vivienda de la familia Soubrier, con fachada de piedra, o la del Vizconde de Huertas. También se encontraba en esta alameda el "Circo Gallístico", en el que se celebraban peleas de gallos a las que era muy aficionada la sociedad de aquel tiempo. Y ya a principios del pasado siglo fue inaugurado el “Salón de Actualidades”, en la calle Rebolloso, esquina con la alameda de Espartero, siendo derribado en 1940.

Imagen extraida de la web "Cosas de Lorca"

Uno de los edificios más destacados fue la Casa de los Martínez de Miguel, que se encontraba situada en la esquina con la entonces Alameda de Zumalacarregui, actual c/ Periodista López Barnés

De planta cuadrada y rodeada de jardines, tenía una fachada noble con pilastras, y en su interior destacaba el amplio salón central, de elevados techos con una claraboya de hierro y cristal que iluminaba el interior, al que se abrían las habitaciones. 

Es precisamente esa claraboya construida sobre una parte sobre elevada y amansardada, revestida de trozos de azulejo en forma de trencadís, la que le daba un aspecto singular. Al parecer la casa original su construida a finales de XIX, sufriendo hacia 1910 una reforma modernista que le daría el aspecto que se puede observar en las fotografías de la época, y de la que ignoramos su autoría.

Juan Martínez de Miguel y Cano (Cuevas de Almanzora (Almería),? – Lorca, 1923), 1º Conde de Miguel, estuvo casado con María Remedios de Flores y Bravo de Morata, con la que tuvo nueve hijos. 

Al parecer procedía de Cuevas de Almanzora, en donde había empezado a generar su fortuna gracias a las minas que poseía en la cercana Sierra de Almagrera. Impulsor y miembro destacado de la Cámara Agraria de Lorca, poseía numerosas tierras en el término municipal de Puerto Lumbreras. 

Estuvo involucrado en política, siendo uno de los más destacados miembros del Partido Conservador, de dentro de la facción “ciervista” en esta localidad.

Fuentes

  • Alonso, P. “La Ciudad Perdida. Una Alameda venida a más” https://www.laverdad.es/murcia/20090310/lorca/alameda-venida-20090310.html
  • Gómez Espín, J. M. “Aprovechamiento integral del agua en la Rambla de Nogalte” (Puerto Lumbreras - Murcia) UNIVERSIDAD DE MURCIA, 2004
  • Peñarrubia Agius, J. J. “Lorca en la restauración (1875-1923). Evolución económica y social”. Revista “Clavis” nº 10, Lorca, 2018.
  • Web - Cosas de Lorca. “Historia de la Avenida Juan Carlos I. De La Alameda de 1872 a la Avenida de 2019” https://cosasdelorca.com/cosas_de_lorca/calles_plazas/historia-de-la-avenida-juan-carlos-i-de-la-alameda-de-1872-a-la-avenida-de-2019-id.13301.html
  • Web- Heraldia
  • Web - My Heritage


domingo, 7 de marzo de 2021

136.- CASA FUNES (desaparecida) - C/ Mayor, 110. Alcantarilla

La desaparecida "Casa Funes"
(Fotografía perteneciente al "Fondo Rogelio" - Archivo Municipal de Alcantarilla)

La ciudad de Alcantarilla posee uno de los conjuntos modernistas más interesantes que todavía se conservan en la Región de Murcia. Estos edificios vinieron de la mano de industriales de la madera y la conserva, así como de exportadores de fruta y hortalizas, que a principios del siglo pasado hicieron fortuna y, como en otros lugares, adoptaron este estilo arquitectónico para sus viviendas familiares. 

La mayoría de los que siguen en pie ya han ido apareciendo en diversas entradas en este blog, y gracias a imágenes antiguas hemos ido descubriendo otros ya desaparecidos, como es el caso de esta vivienda que nos ocupa. 

En una fotografía del "Fondo Rogelio", que se conserva en el Archivo Municipal de la localidad, y en otra imagen de los años sesenta que muestra a dos chicas en la actual Plaza de la Constitución, se puede observar al fondo una casa que estaba situada justo enfrente de la "Casa de Juan Antonio López Martínez", en el número 110 de la calle Mayor. 


Antigua fotografía, probablemente de la década de los sesenta,
en la que se puede observar al fondo a la derecha la "Casa Funes"
(Original depositado en el Archivo Municipal de Alcantarilla) 

Por lo que puede intuirse, era una vivienda de estilo ecléctico-modernista de dos plantas, estructurada en tres ejes, con la ornamentación, una vez más, localizada en los huecos de la fachada y en la cornisa. El edificio fue demolido en 1989.

En este caso es difícil formular ninguna hipótesis sobre su autoría y la fecha de construcción, aunque no sería de extrañar que hubiese sido también obra del arquitecto Pedro Cerdán, autor de la mayoría de los edificios modernistas que se levantaron en Alcantarilla a principios del pasado siglo. 

Según la ficha existente en el mencionado Archivo, su propietaria era Marina Funes Banegas, que bien pudo haberla recibido en herencia de su padre, Enrique Funes Gómez, quien fue propietario en Javalí Viejo de un molino de pimiento denominado “Molino de Funes”, que más tarde se transformó en una "Fábrica de conservas vegetales y molinos harineros de pimiento", según rezaba su publicidad, que envasaba conservas con la marca "El Flamenco" y pimentón con la marca “La Constancia”.

El antiguo Molino de Funes, o de las cuatro ruedas, se encuentra en un
estado de conservación lamentable (Fotografía extraída de la web murciaplaza)

Antiguo envase de pimento "La Constancia"

Antigua publicidad de la fábrica de pimentón
"La Constancia", propiedad de Enrique Funes Gómez

Mi agradecimiento a María Rosa Gil, Archivera Municipal de Alcantarilla, por facilitarme las antiguas fotografías de la Casa Funes, que ilustran esta entrada.