sábado, 8 de septiembre de 2018

100.- CASA LLAGOSTERA - C/ Mayor, 23 (antigua C/ Marina Española, 37-39). Cartagena

¡EXIGIMOS LA RECONSTRUCCIÓN URGENTE E INTEGRAL DE LA 
CASA LLAGOSTERA!


La”Casa LLagostera” constituye, en palabras del catedrático Pérez Rojas: “sin ninguna duda, el edificio con la fachada más original y hermosa de la arquitectura murciana del siglo XX”, y para nosotros es el edifico modernista más importante, no sólo de Cartagena, sino de toda la Región de Murcia e incluso del Levante español, no existiendo fuera de Cataluña ningún otro ejemplo de empleo de cerámica modernista que se le pueda comparar.

Los Llagostera (de los que ya hablamos en su día en la entrada de este Blog sobre el “Huerto de las Bolas”) eran una familia de comerciantes de origen catalán instalados en Cartagena. En este caso su enriquecimiento estuvo relacionado con el que experimentó la burguesía comercial en la época de la Gran Guerra, cuando ya la minería había entrado en una fase de decadencia. 

En 1913 D. Esteban Llagostera i Puntí le encargó al arquitecto Víctor Beltrí la construcción de un edificio para destinarlo a viviendas y poder instalar en sus bajos su comercio de telas, en la calle más céntrica de la ciudad: la calle Mayor, por aquel entonces denominada calle de la Marina Española. El proyecto consistía según figuraba en el proyecto en “derribar y reconstruir una casa formando una sola y única finca”. Para llevar a cabo el proyecto Beltrí decidió recurrir, una vez más, a la mejor y más afamada empresa constructora cartagenera: “Carbajal Hermanos”.

Membrete de la tienda de tejidos de Esteban Llagostera
El edificio se desarrolla en cuatro vanos con tres pisos, más una planta baja, en donde se encontraban separados por la puerta de acceso, en el lado izquierdo según se mira de frente (en el lado que años más tarde ocupó el “Gran Bar”), el comercio de la familia dedicado a la venta de tejidos, y en el otro, el almacén de dicho comercio. Se anunciaba como: “Gran tienda de géneros del país y extranjeros Esteban Llagostera y Cía.”

Ocupaban los flancos sendos miradores, que abarcaban balcones corridos en los dos huecos centrales. Las embocaduras de los huecos eran de piedra artificial y también las salientes ménsulas, unidas a las losas de los balcones como piezas enterizas, todo en diseño modernista.

La cerrajería trazaba dibujos de roleos curvos de forja artística, decorada con clavos florales y chapa estampada. Tanto los miradores, como las carpinterías de los huecos disponían en su parte superior de una cuadrícula con vidrios de colores, recurso que el arquitecto emplearía en numerosas ocasiones a lo largo de su dilatada vida profesional.

Plano de planta de la Casa Llagostera
Original: Archivo Municipal de Cartagena)
En los planos de distribución que se conservan en el Archivo Municipal de Cartagena, se puede apreciar como el arquitecto resuelve de forma magistral su distribución interior. Esta era idéntica para las tres plantas vivienda, estando compuestas por 12 estancias de diferentes usos (dormitorios, salones, comedores…), 2 aseos, un baño, cocina y 2 pasillos separados por un pequeño distribuidor. 

La planta primera era la de mayor riqueza ornamental y mejores calidades en los acabados (carpinterías, molduras, plafones, pavimentos…), debido a que era la vivienda que ocupaba la familia Llagostera.

Interiormente, el edificio se comunicaba verticalmente a través de la escalera principal y de una escalera de servicio, a la que se accedía por la parte trasera del edificio. Estás escaleras hacían que hubiese una serie de patios, de pequeñas dimensiones, que servían de luz y ventilación natural a todas las estancias interiores. Antes del derribo del interior se conservaban las columnas de fundición, fabricadas en Barcelona, y el zócalo de piedra artificial de la zona de la entrada de servicio, el cual se encontraba recubierta de azulejos con motivos florales y una cenefa con dragones. También la fachada trasera estaba recubierta de azulejos.

Entre los planos del proyecto existentes en el Archivo Municipal faltan los de la fachada, lo más original del edificio. 

En efecto, lo más interesante de la construcción, es sin ningún género de dudas, su extraordinaria fachada en la que abundan los detalles sezessionistas.



Aspecto de la fachada, poco antes de ser ocultada
La característica que la hace singular, es su decoración a base de cerámica pintada, obra del ceramista y profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Valencia, Gaspar Polo. En ella aparecen representadas las figuras de Minerva y Mercurio, símbolos de la sabiduría y del comercio, y los escudos de Barcelona y Murcia (a los lados de Minerva) y los de Manlleu y Cartagena (a los lados de Mercurio), en alusión a los lugares de origen y trabajo de la familia Llagostera. En el último piso también figura el escudo de España. Por cierto que las coronas de los escudos fueron destruidas a golpes con motivo de la proclamación de la República, y nunca fueron restauradas.

Detalle del alero
La cornisa del edificio es una prolongación de la fachada que se curva hacia el exterior. Su continuidad afianza el efecto completo de la decoración cerámica del conjunto. La cornisa oculta el peto de cubierta, también recubierto de azulejos, con el letrero “Casa LLagostera” ocupando el ancho completo de la fachada.

Leyenda que corona el alero, y que apenas se divisa desde la c/ Mayor
Las obras se prolongaron hasta 1916, fecha que aparece junto a la firma del ceramista en el borde interior del recuadro de Mercurio. 

Los azulejos se realizaron en la fábrica de azulejos de “Onofre Valldecabres y Hermano”, lugar en donde Polo ejercía como Director Técnico, y una de las favoritas de Víctor Beltrí (según investigaciones de Jose Antonio Rodríguez y Andrea Moreno dadas a conocer en su ponencia del CIMAM 2016, referenciada al final de esta entrada).

Material publicitario de Onofre Valldecabres y Hno.
La puerta de entrada era de una bella ejecución, posiblemente en maderas nobles, con plafones enmarcados en molduras de gran grosor. En su parte superior destacaba una artística rejería, elaborada seguramente por el mismo artesano que realizó la de la escalera principal y los balcones. También destacaba la talla de la madera en la zona que enmarcaba los tiradores de la misma, y el tapajuntas que se encontraba coronado por un capitel tallado.

Pero si extraordinaria era la fachada, no menos impresionante era el interior. El vestíbulo se encontraba decorado por un zócalo de azulejos en estilo modernista que tenía su continuación en el tramo de la escalera, procedentes también de la misma fábrica de azulejos de “Onofre Valldecabres y Hermano”, y diseño del gran arquitecto modernista Demetrio Ribes, autor de importantes obras como la Estación del Norte de Valencia, parte de cuya cerámica fue realizada también en la misma fábrica.






Detalles del vestíbulo y el arranque de la escalera
El techo del mismo estaba decorado con flores en relieve donde destacaban dos ménsulas adornadas con guirnaldas. Precisamente las guirnaldas como elemento decorativo se podían contemplar a lo largo de las paredes del vestíbulo. Asimismo sobresalían dos grandes pilastras a ambos lados, justo antes del inicio de la escalera, decoradas también con motivos modernistas.



Detalle de la escalera interior, antes de su demolición
A los pisos superiores se accedía por una preciosa escalera, en la que destacaba la elaborada talla en madera del arranque de la misma, siendo su rejería con motivos vegetales del mismo estilo que la que adornaba el balcón principal de la casa, y con los arrimaderos de azulejos blancos y verdes, rematados por una hilera de esquemáticos y modernistas motivos vegetales.

Una de las vidrieras con profusión de rosas Mackintosh y las iniciales del propietario
En los rellanos de acceso a los pisos existían unas bellísimas vidrieras de cristal emplomado semicirculares divididas en tres secciones. En las vidrieras centrales aparecían entrelazadas las letras «E» y «LL», iniciales del nombre y apellido del propietario, rodeadas de numerosas “rosas Mackintosh” y otros motivos vegetales. Casi con toda seguridad fueron realizadas por la prestigiosísima empresa de Barcelona “Rigalt, Granell & Cia.”, una de las mejores de España en este tipo de trabajos.


Todos los suelos eran de mosaicos hidráulicos destacando el del salón principal del piso primero con motivos, una vez más, de rosas. Todas las estancias de las viviendas también estaban revestidas de azulejos de los más importantes ceramistas de España, tales como Pujol i Bausis o Valencia Industrial, además de la ya mencionada de Onofre Valldecabres.

Esta abundancia de rosas, no sólo en la vidrieras y suelos, sino en otros muchos motivos decorativos de la vivienda, nos han hecho incluso sospechar si los Llagostera no tuvieron alguna relación con la orden de los Rosacruces.

Sobre el tejado del edifico se conservaban los restos de una torre que hizo construir el propietario para poder comunicarse con su finca del “Huerto de las Bolas”, haciendo señales con banderas.

Antigua fotografía en la que se puede apreciar en la parte superior izquierda
de la torre desde la que se comunicaban con el Huerto de las Bolas
Tras muchos años de completo abandono en los que el edificio fue objeto de numerosos y reiterados actos de vandalismo, incluyendo varios incendios y ocupaciones ilegales, en el año 2010, y durante la alcaldía de la controvertida Pilar Barrerio, el Ayuntamiento de Cartagena incomprensiblemente aprobó un Plan Especial que incluía la construcción de un aparcamiento de dos plantas en el sótano, autorizando el derribo y desescombro de todo su interior, a pesar de haber estado el edificio protegido con Grado 1 en el Plan General de Ordenación Urbana anterior, y con Grado 2 en el posterior Plan Especial de Ordenación y Protección del Conjunto Histórico (con la consiguiente prohibición de llevar a cabo en él alteraciones significativas). Dicho Plan argüía los graves e irreversibles daños estructurales del inmueble, cosa que desmintieron diversos técnicos independientes que lo pudieron visitar antes del derribo. La aprobación tuvo lugar sin que ningún grupo municipal se opusiera, y a pesar de la protesta y recursos en contra de diversas asociaciones y organismos como la “Asociación Española de Ceramología” o la propia “Comisión Beltrí 2012”, que llegó a solicitar infructuosamente su declaración como BIC. 

Nunca pudimos entender como el Ayuntamiento de la ciudad permitió destrozar de ese modo, la perla del modernismo del Levante español, y por supuesto la mayor joya modernista de Cartagena. 

Los nuevos propietarios rápidamente tapiaron la fachada, desmontaron la escalera, las vidrieras y otros elementos de valor, y procedieron a derribar el resto, para construir un inmueble de planta baja y tres alturas, con el último piso retranqueado.

Muebles amontonados en la calle al poco de empezar el derribo del interior. ¿Dónde estarán?

Sin embargo pronto las obras quedaron paralizadas ante la crisis de la construcción, quedando durante años el solar al aire, y la fachada apuntalada y cubierta por una lona. 

En 2016 se reanudaron las obras ejecutando el foso de cimentación de los aparcamientos, hasta que los obreros tropezaron con el puerto romano, situado a cuatro metros de profundidad. La Comunidad Autónoma acreditó que se trataba de una sección del antiguo muelle, y obligó a paralizar las obras. La estructura de muros cruzados encontrada forma un muelle de cientos de metros de superficie con un frente de arenisca y piedra caliza en buen estado, un canal de desagüe perfectamente conservado y varios muros transversales que hace dos mil años formaban el área de operaciones de carga y descarga. Un segundo fragmento de muro, con una superficie de losa pulimentada y acanalada, confirma la importancia del hallazgo. Entre los materiales hallados entre los muros del muelle hay columnas y elementos correspondientes a frisos de aquella misma época. Proceden seguramente de edificios derruidos que fueron utilizados como relleno del muelle, amalgamado con arena y otros materiales triturados.

En el 2017 emitió una resolución definitiva que obligaba a conservar los restos in situ, ya que no es posible ni recomendable extraerlos, y habilitar un acceso para que pudieran ser estudiados y visitados de manera restringida.

Los propietarios exigieron a Comunidad y Ayuntamiento que les dieran una alternativa que les permitiera rentabilizar la inversión, emitiendo alegaciones.

Finalmente en 2018 la Consejería de Cultura de la Comunidad Autónoma acordó con la Concejalía de Urbanismo un cambio en el planeamiento, para que se permita un piso más (dos sobre el original), a cambio de renunciar a uno de los dos sótanos de aparcamientos. 

Desde aquí queremos pedir a las autoridades que exijan a la propiedad que repongan en su lugar original, todos los elementos que fueron extraídos, catalogados y almacenados (según ponencia presentada en el CIMAM 2016 por Pedro Enrique Collado y otros), incluyendo: las puertas de acceso al edificio y a las viviendas; la escalera al completo; las vidrieras convenientemente restauradas; los pavimentos hidráulicos; los azulejos, tanto del vestíbulo, como de la escalera y de las viviendas, así como de la fachada trasera. En caso de que las obras se demoraran, pedimos que todo los elementos almacenados pasen a ser custodiados por patrimonio municipal del Ayuntamiento de Cartagena.

Así mismo exigimos que una vez finalizadas las obras, el acceso al interior de la “Casa Llagostera” sea libre y gratuito, al menos al vestíbulo y a la escalera.

Aspecto original de la parte trasera
de la Casa Llagostera
Desde aquí quiero agradecer públicamente, una vez más, a Jose Antonio Rodríguez (jarm) y a Juan Ignacio Ferrández por permitirme el uso de fotografías de su propiedad.

Fuentes
  • Archivo Municipal de Cartagena. Legajos CH00480 (proyecto) y CH00334 (planos).
  • Cegarra Beltrí, Guillermo; Ferrández García, Juan Ignacio; Rodríguez Martín, José Antonio. “Víctor Beltrí y Roqueta (Tortosa, 1862 – Cartagena, 1935): Arquitecto modernista”. Edición 150 Aniversario (sin publicar).
  • Cegarra Beltrí, Guillermo y Sánchez Espinosa, Elvira. “Arquitectura Modernista en la Región de Murcia”. Libros Mablaz. Madrid, 2013
  • Collado Espejo, Pedro Enrique; Domínguez Alcoba, Javier Augusto y Enríquez Arriano, Javier. “Removing Art Nouveau ornamental elements for further restoration. Methodology of intervention”. Ponencia en el Congreso Internacional Modernismo en al Arco Mediterráneo CIMAM. Cartagena, 2016. 
  • Mas García, Julio. “Estudio de la Casa Llagostera (Cartagena)”
  • Pérez Rojas, Francisco Javier. “Cartagena 1874-1936. Transformación urbana y arquitectura. Editora Regional de Murcia. Cartagena, 1986.
  • Periódico “El Eco de Cartagena” 30/5/17
  • Periódico “La Verdad” 10/7/18
  • Revista “La Cerámica Valenciana” 256. Loza y Cerámica Decorativa del Siglo XX.
  • Rodríguez Martín, Jose Antonio. Blog: LAS FOTOS DE JARM “Casa Llagostera. Modernismo oculto” http://jarm-cartagena.blogspot.com/2016/10/casa-llagostera-modernismo-oculto.html
  • Rodríguez Martín, Jose Antonio. “Guía del Patrimonio Arquitectónico de Cartagena”. Capítulo “La renovación de la ciudad: Eclecticismo y Modernismo 
  • en Cartagena, 1875-1935” Universidad Politécnica de Cartagena, 2017.
  • Rodríguez Martín, Jose Antonio y Moreno Martín, Andrea. “Onofre Valldecabres: Cerámica modernista valenciana en Cartagena”. Ponencia en el Congreso Internacional Modernismo en al Arco Mediterráneo CIMAM. Cartagena, 2016.
  • Vicente Carrasco, Marta. “El Archivo de la Escuela de Artes y Oficios de Valencia y su taller de cerámica” https://historiazgz2017.files.wordpress.com/2017/05/m12-vicente-el-archivo-de-la-escuela- de-artes.pdf
  • Web: Azulejos Onofre Valldecabres. https://www.flickr.com/photos/quartdepoblet_historia-patrimoni/sets/72157648525473819/with/15428578690/

4 comentarios:

  1. Es incomprensible y lamentable... no sigo... que un edificio de estas "características" se encuentre en estas condiciones, igualmente el puerto romano que alberga las excavaciones del sótano.

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  2. Desde luego. Es una auténtica vergüenza para Cartagena que se siga permitiendo que continue en este lamentable estado. Da igual el partido que gobierne el Ayuntamiento: nada cambia. Cuando se termine derrumbando vendrán las lamentaciones, pero ya no tendrá remedio.

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  3. La verdad, una pena, quisiera mas informacion.

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  4. Estimado Guillermo, en primer lugar me veo obligada a darle las gracias por esta magnífica tarea de investigación que está llevando a cabo y su divulgación. Es una maravilla. Me gustaría, si fuera posible, que nos pusiéramos en contacto, estoy muy interesada en la obra de su bisabuelo. Mi correo es: vargasescobar.al@gmail.com Muchas gracias.

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