domingo, 7 de septiembre de 2025

175.- CÍCULO MILITAR - c/ Mayor, 51- Callejón del Almendro, Cartagena


Aprovechando que mi amigo Pedro Escudero me ha mandado una imagen antigua de la fachada del Círculo Militar de Cartagena, una de las obras menos conocidas del arquitecto Víctor Beltrí, pasamos a contar la historia de este edificio del que se cumplen poco más de 50 años de su lamentable desaparición.

En el año 1900 Beltrí recibió por parte de el General de Brigada D. Luís Pascual de Povil, por aquel entonces Presidente del "Círculo Militar del Ejército y la Armada", el encargo de realizar una serie de trabajos con objeto de que la citada sociedad, recientemente formada, pudiera trasladarse a un edificio de su propiedad sito en la calle Mayor. 

Las obras consistieron en la variación de cuatro huecos de la fachada y en la apertura de otros nuevos. Es difícil precisar más detalles de este edificio de tres plantas, dado lo esquemático de los planos, aunque se aprecian los arcos de medio punto que remataban los huecos del entresuelo.

Primer proyecto

Un par de meses mas tarde Beltrí acomete una segunda reforma que consiste en abrir tres puertas en la planta baja, en vez de la única que existía. Así mismo en el primer piso abrió tres balcones con arcos de medio punto con molduras unidas, que en su parte inferior estaban rematados con puntas de diamante y que, por lo que parece adivinarse en la fotografía más antigua que se conoce, debían estar decorados en sus antepechos con alguna pintura o letrero de estética modernistaEn la segunda y última planta, abrió tres ventanas rectangulares con guardapolvos geométricos, con una línea de imposta que corriendo por la parte superior, conectaba dichos guardapolvos. 
Segundo proyecto

El edificio disponía de sala de conferencias, biblioteca, gimnasio, salón de baile y sala de esgrima. Lamentablemente no conocemos ninguna imagen de su interior que, según la "Guía de Cartagena. 1902" de los hermanos Estrada, destacaba por "su decorado modernista, que se debe al aventajado pintor D. Francisco Portela".  

El Círculo celebraba, entre otras actividades, diversos bailes y fiestas. Fueron famosos sus bailes de Carnaval y del Domingo de Piñata (infantil). En invierno las mejores familias de Cartagena se reunían en sus salones para hacer música, charlar y bailar entre dos luces. En verano instalaba un espacioso y bonito pabellón en la feria, obra también de Víctor Beltrí, y que en su día ya fue objeto de una entrada en este blog: Pabellón del Círculo Militar

El Circulo Militar desapareció en 1915 al fusionarse con el Casino de Cartagena, que estaba ubicado en la misma calle Mayor, y el edificio fue demolido en 1974.

Francisco Portela de la Llera [Puerto Real (Cádiz), 1869 – Cartagena (Murcia),1950]. Hijo de un capitán de la Marina Mercante, aunque nació en Puerto Real con trece años se instaló de forma definitiva en Cartagena, al trasladarse a vivir a esta ciudad su familia.

Realizó estudios de dibujo en esta ciudad en la Real Sociedad Económica de Amigos del País. A su finalización fue nombrado profesor de la misma Sociedad. Fue auxiliar de la asignatura de Dibujo Geométrico e Industrial en la Escuela Superior de Industria de Cartagena, de la que el arquitecto Víctor Beltrí era el profesor titular. También fue profesor de dibujo de las Escuelas Graduadas. Así mismo poseía una de las dos únicas academias de iniciación a la pintura para jóvenes, que por aquellos años existían en Cartagena. 

Ocupó numerosos cargos en diversas juntas directivas de instituciones y sociedades, tales como: Colegio Pericial Mercantil, Patronato antituberculoso, Asociación de la Prensa y Real Club de Regatas.

Sus pinturas alcanzaron bastante fama local, sobre todo por sus retratos y marinas. Destacó por sus pinturas de barcos de guerra, aunque también realizó obras de temática religiosa. Colaborador en revistas de ámbito local como “Don Plácido” o “Cyrano”, realizó diversas obras para las Cofradías marrajas, para la ornamentación de la Feria  y para las Veladas marítimas, así como cuadros de temas marineros que sirvieron para decorar en 1922 las paredes del Casino de Cartagena dentro de unas obras de reforma que incluyeron el mobiliario.

Colaboró a menudo con el mencionado Víctor Beltrí, realizando además de las pinturas y la decoración del Círculo Militar, las del Real Club de Regatas, hoy desaparecidas. 

FUENTES
  • Archivo Municipal de Cartagena: Legajo CH01703 Exp.2 (primer proyecto) y CH00491 (segundo proyecto).
  • Cegarra Beltrí, G. y Morales Martínez, S. Adelante siempre: Arquitecto Víctor Beltrí y Roqueta (Tortosa 1862 - Cartagena 1935). Colegio Oficial de Arquitectos y Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Murcia. Murcia, 2005.
  • Cegarra Beltrí, G. y Sánchez Espinosa, E. Arquitectura Modernista en la Región de Murcia. Libros Mablaz. Madrid, 2013.
  • Estrada, M. y Estrada, N. Guía de Cartagena. 1902. El Porvenir, Cartagena, 1902.
  • Ferrández García, J. I. El Círculo Militar de Cartagena. Blog: Historias de Cartagena. Periódico "La Opinión" 15/5/22

 

domingo, 20 de abril de 2025

174.- PORTAL DE ACCESO DEL ANTIGUO CENTRO DE INSTRUCCIÓN DE MARINERÍA "C.I.M." - C/ Real s/n. Cartagena

El portal de acceso del antiguo Centro de Instrucción de Marinería "C.I.M.", llamada así por el uso militar que tuvo desde el año 1946, aunque realmente este portal, junto con el edificio que había al lado, se diseñaron como anexo al Penal Militar (que era el uso original del edificio). 

Imagen del portal cuando todavía formaba parte del edificio 
Dichos anexos fueron proyectados en 1910 por el que era por aquel entonces Arquitecto titular de Instituciones Penitenciarias, Celestino Aranguren Alonso, finalizando las obras un año más tarde. 

El complejo constaba de un edificio de viviendas y almacenes, para uso del personal del Penal (después conocida como la "Farmacia de la Armada"), y el portal de acceso formaba parte del cuerpo de guardia.

Diseñada en estilo modernista sezession, lo más destacado eran las rejas de la puerta principal de acceso, que se han conservado. 

Tanto el edificio, como el cuerpo de guardia, fueron derribados en 2006 dejando sólo la portada del cuerpo de guardia, gracias a la presión ejercida por diversas asociaciones defensoras del patrimonio cartagenero.

Celestino Aranguren Alonso [Madrid, 1881 - Madrid, 1921]
Fotografía extraída de
 la web Arquitectura Modernista

Estudió en la Escuela de Arquitectura de Madrid, finalizando sus estudios en 1881. 

Fue Director General de Arquitectura de Prisiones. También fue Hermano Mayor de la “Congregación de Arquitectos de Nª Sª de Belén en su huida a Egipto”.

Entre otros edificios, proyectó diversos centros penitenciarios por toda España entre los que destacaron los de La Coruña y Cartagena, siendo tal vez su obra más importante la “Fábrica de Tabacos” de Valencia. Entre sus obras privadas destaca el edificio modernista de la c/ Alcalá, 18 en Madrid.

Falleció al intentar socorrer a las víctimas del conocido “Café Lyon d’Or”, que se alzaba en la calle Alcalá de Madrid. Al accidente tuvo lugar como consecuencia del derrumbe de un muro del teatro que se estaba levantando contiguo a dicho establecimiento.

Antigua Fábrica de Tabacos de Valencia

Una vez más agradecer a José Antonio Rodríguez JARM, por permitirme usar la fotografía que ilustra esta entrada.

jueves, 13 de marzo de 2025

173.- HOTELITO AZUL - Primera línea de playa. Los Urrutias - Cartagena.

Fotografía: Archivo Familia Beltri Carreño (coloreada con hotpot.aiart-generator)
Tal vez uno de los últimos edificios donde intervino el arquitecto Víctor Beltrí antes de su fallecimiento, fue el llamado "
Hotelito Azul" en Los Urrutias, localidad costera del Mar Menor perteneciente al municipio de Cartagena. Le llamaban así porque todos sus detalles: persianas, puertas, barandillas y vallas, estaban pintadas de un color azul, que contrastaba vivamente con el blanco de las paredes.
Fotografía: Archivo Familia Beltri Carreño (coloreada con hotpot.aiart-generator)
Se trata de la casa del hijo del arquitecto, Guillermo Beltrí Villaseca, que construyó como lugar de veraneo para su familia. Guillermo era aparejador y había trabajado con su padre en diferentes obras. Según testimonio oral de uno de sus hijos, el también aparejador Guillermo Beltrí Carreño, su padre le relató que había construido este hotelito basándose en unos planos que el arquitecto le había dibujado poco tiempo antes de morir. Al parecer las obras comenzaron en 1934, y finalizaron un año después.

La obra guardaba una gran semejanza con algunas de sus últimas creaciones. Concretamente el salón circular de la planta baja es muy parecido al mirador circular del primer piso de la "Casa de los Cachá" de Lorca (1929), o al Club de Tenis de Cartagena (1925), y las barandillas de tubo de las terrazas superiores, ya las había utilizado en esta misma obra o en la "Casa de Teófilo Álvarez" (1932) en Cartagena. El conjunto también guarda semejanza con el proyecto que Víctor Beltrí realizó en 1933 para Carmen, otra de sus hijas.

El edificio era sumamente avanzado y moderno para su tiempo, y causaba admiración de propios y extraños, pues estaba plenamente inmerso en la nueva corriente art-déco. Este término define un estilo en el que el juego de los volúmenes geométricos y la sencillez de líneas juega un papel fundamental en la nueva arquitectura, que en cierto modo regresa al modernismo. 

Tuvo dos principales ramas: el zig-zag, estilo en el que imperaban los rayos y las líneas quebradas y zigzageantes, y que fue el que empleó en Cartagena el arquitecto Lorenzo Ros, y el streamlinetambién llamado en español estilo aerodinámico o aerodinamismo. Este último fue una variante tardía que tuvo su apogeo en el año 1937 y su influencia se extendió hasta los años 50 del pasado siglo. Esta variante se caracterizaba por el uso de formas curvas, líneas horizontales largas y a veces elementos náuticos, como barandas y ventanas de portillo, dando como resultado edificios futuristas que a menudo recordaban a trasatlánticos.

A la izquierda la Casa Butler. A la derecha la Casa Michael Scott
Alguno de los edificios más importantes de esta corriente son contemporáneos de esta obra. Resulta sorprendente que casas como la australiana Burnham Beeches (1933-1934) de Harry Norris, la estadounidense Casa Butler (1934-1936) de Kraetsch & Kraetsch o la irlandesa Casa Michael Scott (1937-1938) del propio Scott, consideradas obras maestras de esta corriente y coetáneas de esta obra, presenten tanta similitud en sus formas con el "Hotelito Azul". Con esta obra Beltrí demuestra, una vez más, que estaba siempre al día incluso a pesar de su avanzada edad, pues cuando proyectó esta obra ya tenía 73 años.

Además del jugar con los volúmenes, el arquitecto jugó con el bricromismo blanco y azul que era el color predominante en las persianas y verja de madera de la terraza de la planta baja, así como en los ventanales del salón que eran en su parte superior de tipo damero, en los que se alternaban los cristales blancos y azules, y que todavía se conservan. Por su parte el pozo de agua salada, del que apenas quedan vestigios, estaba revestido de un trencadís de vívidos colores al que tan aficionado era Beltrí. En el interior de la vivienda abundaban los azulejos de diferentes formas y colores, mayoritariamente con diseños geométricos. 

La distribución interior era práctica y simple. En la planta baja: salón-comedor, cuarto de baño, cocina, despensa y cuarto de servicio, y en la superior, a la que se accedía desde el comedor por una escalera cuya barandilla estaba formada por tubos metálicos verticales que llegaban hasta el techo, estaban los cuatro dormitorios de la familia.

Combinación de cristales azules y blancos del mirador
Azulejos originales

Restos del pozo de trencadís
En los años cuarenta del siglo pasado Guillermo decidió sustituir las barandillas de tubos metálicos de las terrazas superiores, ya que no resistían la corrosión marina y además la separación que había entre los barrotes constituía un peligro para los niños. Además se construyó un tejado a cuatro aguas, ya que el original era plano y tal vez diera algún problema durante los escasos, pero a menudo torrenciales, periodos de lluvia que suelen acaecer esporádicamente en el Mar Menor.

Aspecto tras la primera reforma, en la que se sustituyeron los tubos de las terrazas superiores y se construyó un tejado a cuatro aguas (Archivo: Familia Beltri)
En la década de los sesenta, Guillermo amplió la parcela para construir una cochera y un lavadero independientes del edificio principal, al que también se le adosaron cuatro apartamentos para algunos de sus hijos casados, que desvirtuaron completamente el conjunto. Así es como yo la conocí, y donde pasé los inolvidables veranos de mi infancia junto con mis hermanos y mis numerosos primos, en un por entonces salvaje e idílico Mar Menor.

Fotografía de 1984 en la que se puede observar el aspecto que tenía tras la última reforma realizada por Guillermo Beltrí, en la que añadió cuatro pequeños apartamentos, así como cochera y lavadero
En 1973, y ante la falta de espacio para todos sus hijos y nietos, Guillermo tomó la decisión de vender la propiedad, que desde entonces ha conocido varios propietarios, que con los años realizaron diversas reformas que, además de cambiarle los colores originales, le dejaron prácticamente irreconocible.

Aspecto a principios del siglo XXI. Casi irreconocible.
Aspecto reciente tras la última reforma
A continuación una breve reseña biográfica de mi abuelo Guillermo Beltrí Villaseca [Cartagena, 1901 – Murcia, 1986]

Comenzó a cursar estudios en la Escuela Superior de Industria en Cartagena, para luego pasar a la Escuela Industrial de Valencia donde completó la carrera de Aparejador, título que obtuvo en abril de 1925.

Pronto consigue el puesto de Aparejador Municipal provisional de Cartagena, desde donde colabora con los dos arquitectos municipales, Lorenzo Ros, y Víctor Beltrí Roqueta, su padre, en las obras que éste realiza desde el consistorio (“Asilo de Ancianos”, “Casa de Misericordia”, “Parque Torres”...), y también en otras de carácter particular, como la reforma del “Huerto Ruano” en Lorca.

Tras la finalización del mandato del alcalde Alfonso Torres, Guillermo que se había casado recientemente con Mª Dolores Carreño García, se traslada junto a su mujer a Totana para trabajar en las obras del Ferrocarril, hasta que en 1929 se instala en Murcia, al haber obteniddo la plaza de Aparejador Municipal de esta ciudad. De esta época son, entre otras obras, el "Huerto de la Torreta", realizado en esta localidad sobre proyecto de su padre.

Desde su nuevo cargo interviene en numerosísimas obras en Murcia y sus pedanías, colaborando frecuentemente tanto con su padre, como con otros importantes arquitectos, tales como Pedro Cerdán (reforma del “Mercado de Verónicas”). 

Gran experto en cálculos del hormigón, su fama se extendió dentro de la profesión por toda España. Fue muy señalada su intervención en la construcción del nuevo estadio del Real Madrid en Chamartín, así como en la del anfiteatro del “Cinema Coy” de Murcia.

También fue Jefe del Parque de Bomberos del Ayuntamiento de Murcia durante más de cuarenta años, así como fundador del Colegio Oficial de Aparejadores de Murcia, del que ostentaba el honor de ser el colegiado número 1, y del que llegó a ser su Presidente durante cuatro legislaturas, formando parte del equipo directivo durante más de 30 años. Estaba en posesión de la Cruz al Mérito Naval por su arriesgada intervención al sofocar en 1969 un terrible incendio en la refinería de petróleo de Escombreras. 

Fue una gran persona, siendo muy apreciado y querido en Murcia, y también un magnífico abuelo del que guardo muy gratos recuerdos. 











lunes, 13 de enero de 2025

172.- PANTEÓN PEDRO DIEGO MORALES - Cementerio de Nª Sª del Carmen. C/ San Pedro, 10. Totana.

Uno de los panteones que llaman la atención de cuantos visitan el cementerio de Nuestra Señora del Carmen es el de Pedro Diego Morales, situado en el lateral derecho de la entrada principal. 

Se trata de un pequeño mausoleo de reminiscencias orientales que destaca por su solidez y consistencia, en contraste con su tamaño. Lo más interesante es la decoración vegetal con hojas policromadas, algo realmente singular en un panteón. Su diseño es muy singular y, que nosotros sepamos, no se parece a ningún otro de los panteones existentes en la provincia.



Fue construido en 1911, fecha de la defunción de su hermana Salvadora, que también está enterrada aquí. Se desconoce quien pudo ser el autor del proyecto. El panteón está protegido con Grado 2.

Pedro Diego Morales [Totana, 1860 – Murcia, 1922] fue fiscal del Juzgado y presidente del Casino de Totana. Fue propietario, entre otros inmuebles, de la casa en donde durante muchos años estuvo el estudio fotográfico del famoso fotógrafo totanero Abellán, así como de la posada de la Avenida de Lorca, conocida popularmente como la “Posada de Huertas”.

Era una persona caritativa que gozaba de una buena posición económica, y al morir soltero, legó estos bienes, junto con un huerto, al Santo Hospital de la Concepción, estableciendo que la producción de este se destinase, con preferencia, "al sostenimiento de ancianos y pobres asilados".


FUENTES